El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís, acompañados del concejal de Retiro, Santiago Saura, representantes de los grupos municipales y familiares de Ana María Vidal-Abarca, han descubierto hoy una placa en recuerdo de la que fuera una de las fundadoras de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y presidenta de esa asociación entre 1989 y 1999.
En el acto, Almeida ha recordado a Vidal-Abarca como “una mujer que no se resignó a que ser víctima del terrorismo la colocara como una ciudadana de segunda”. Por eso, “en 1981, Ana María decidió fundar la Asociación de Víctimas del terrorismo, sin cuyo trabajo en estos más de 40 años las víctimas no tendrían la consideración y el respeto que tienen ahora”.
Por su parte, Villacís ha destacado la necesidad de seguir luchando “para que el nombre de ninguna mujer tenga que estar nunca en una placa por los mismos motivos que Ana María. El dolor de las víctimas es algo que solo ellas padecen en toda su dimensión, pero la reparación, la justicia y la memoria por los que lucho ella nos corresponden a todos”.
La colocación de esta placa homenaje en el que fuera su domicilio en el distrito de Retiro, situado en la plaza del Niño Jesús 5, partió del Foro Ángel Ganivet y se acordó por unanimidad de los grupos políticos en el Pleno del distrito de Retiro en mayo de 2021.
El 10 de enero de 1980, el marido de Ana María Vidal-Abarca, Jesús Velasco, jefe del cuerpo de Miñones de la Diputación Foral de Álava, fue asesinado por la banda terrorista ETA en Vitoria, en presencia de dos de sus hijas. Tras el asesinato, Vidal-Abarca abandonó el País Vasco y se estableció en Madrid, donde fundó la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) junto a Sonsoles Álvarez de Toledo, cuyo marido murió en el incendio del hotel Corona de Aragón e Isabel O’Shea, que había tenido que dejar también el País Vasco debido a las amenazas terroristas.