Las ocho piezas que la Real Armería había prestado al Museo del Kremlin ya están de vuelta en el Palacio Real de Madrid. Formaban parte de la exposición internacional “El duelo. Del juicio por combate a un crimen noble” que tenía que haberse inaugurado el pasado 3 de marzo en Moscú y que quedó cancelada tras la invasión de Ucrania.
El público ya puede verlas nuevamente expuestas desde el pasado jueves 24 de marzo, el día que reabrió la segunda planta de la Real Armería del Palacio. Entre las piezas que Patrimonio Nacional había prestado a la exposición internacional destaca la armadura de emperador Carlos V, fechada en 1544 y conocida como la armadura de Mühlberg, porque fue la que el monarca utilizó en esa batalla.
También se había cedido la armadura de lebrel, la única armadura de perro del mundo, que fabricó el armero imperial Desiderius Helmschmid para uno de los perros de caza favoritos del emperador. Asimismo, formaba parte de la exposición la armadura de niño de Felipe III, un regalo con motivo de su proclamación como príncipe de Asturias.
Todas las obras llegadas de Moscú han pasado previamente estos días por un obligado período de aclimatación tras el largo viaje por carretera. Serán nuevamente expuestas al público este jueves, coincidiendo con la apertura de la segunda sala de la Real Armería del Palacio Real de Madrid. La sala se conoce como la de “bajos Austrias” y está dedicada a los monarcas Felipe III y Felipe IV. La visita forma parte del recorrido turístico habitual al palacio y no tiene un coste adicional en la entrada.
Operación internacional coordinada
La exposición sobre el duelo fue una iniciativa de la Armería del Kremlin y empezó a fraguarse en marzo de 2020. Colaboraban, además de Patrimonio Nacional, las armerías y los museos más importantes de Europa, como la Armería Imperial de Viena, la Royal Armouries de Londres, el Museo del Louvre y el Museo del Prado, que prestaba justamente un cuadro de Juan Pantoja que representa a Carlos V con la armadura de Mühlberg.
Tras la invasión de Ucrania, todos los países participantes decidieron cancelar su colaboración en la muestra y reclamar la devolución de las obras. Las instituciones implicadas han coordinado una operación conjunta para conseguir sacar las piezas de Moscú. La cooperación de los directivos de los Museos del Kremlin para toda la operación ha sido absoluta. Las obras han viajado por carretera permanentemente monitorizadas y escoltadas.