La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, y el delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, han presentado hoy los resultados del Diagnóstico Social de Madrid 2021-2022, que muestra la realidad social de los madrileños durante el año pasado en diversos aspectos que ofrecen una imagen amplia de los hogares de nuestra ciudad.
El estudio, elaborado a partir de un panel de 8.040 hogares, equivalente a entrevistas con 19.000 personas, retrata aspectos como la situación económica y laboral de las familias, la vulnerabilidad residencial, el contacto con los servicios sociales, la división de las tareas domésticas y de los cuidados, la escolarización temprana de los hijos o el papel que desempeñan las personas mayores. Tres de cada cuatro hogares entrevistados han aceptado participar en futuras ediciones del panel, lo que permitirá obtener una imagen dinámica del cambio social en Madrid.
Entre los aspectos analizados, el Diagnóstico Social se detiene en el nivel de bienestar y la vulnerabilidad de los hogares madrileños y destaca que, si bien el 72 % declara que puede llegar a final de mes con su nivel de ingresos, hay un 28 % que lo encuentra difícil y un 15 % que vive con presupuestos familiares ajustados y no podría hacer frente a imprevistos de más de 750 euros.
De esta manera, el estudio especifica que un 11 % de los hogares en situación de vulnerabilidad no puede costearse unas vacaciones de una semana, mientras que un 8 % tiene problemas para pagar su vivienda y un 7 %, para mantener la temperatura adecuada de la misma en verano o en invierno o para hacer frente al pago de los suministros (un 6 %).
En este sentido, la vicealcaldesa ha puesto de manifiesto las medidas del Ayuntamiento para hacer frente a la pobreza severa. Entre ellas, ha destacado la Tarjeta Familias, de las que se han entregado ya 12.877, dirigidas a cerca de 40.000 personas, mientras que el importe económico de las ayudas de especial necesidad aumentó en un 128 % en 2021 respecto a 2019 para apoyo en el pago de suministros, vivienda, material escolar, etc.
“Los servicios sociales de la ciudad de Madrid son una pieza clave para el mantenimiento del bienestar”, ha explicado Aniorte, que ha subrayado que los datos de vulnerabilidad se reflejan en que uno de cada diez hogares madrileños ha recurrido a los servicios sociales en el último año.
En concreto, a finales de 2021 un 11,1 % de los hogares de Madrid informaba de que al menos alguno de sus miembros había accedido a los servicios sociales municipales, frente al 6,5 % previo a la crisis de la COVID-19 en 2019.
“Estamos trabajando en un nuevo modelo de Servicios Sociales para la próxima década, que tendrá dos objetivos: dedicar más tiempo a las familias para permitirles salir de su situación de vulnerabilidad y reducir la burocracia de los equipos de Servicios Sociales”, ha avanzado Aniorte.
«Madrid avanza hacia la conciliación y la igualdad de oportunidades»
El panel de hogares del Diagnóstico Social permite estudiar diversos aspectos educativos de la realidad madrileña y, entre otros, la escolarización infantil y el fomento de actividades complementarias al sistema educativo para garantizar la inclusión y la igualdad de oportunidades.
De esta forma, el Diagnóstico Social explica que el 74,3 % de los menores de cuatro años en Madrid se encuentra escolarizado, es decir, asisten a escuelas infantiles de cero a tres años. De ellos, el 20 % de los niños menores de cuatro años escolarizados acuden a escuelas infantiles municipales y el 40 % a escuelas privadas, pero cuenta con algún tipo de ayuda.
En este aspecto, Villacís ha destacado la apuesta del Ayuntamiento por la educación infantil de cero a tres años, con el impulso a 800 nuevas plazas en este mandato en cuatro nuevas escuelas infantiles (Retiro, Villaverde, Centro y Moncloa) y tres nuevas al inicio de 2023 (Villa de Vallecas, Vicálvaro y San Blas-Canillejas), así como el impulso a la beca infantil, unas ayudas de 100 a 350 euros mensuales a familias que no lograron plaza en la red municipal para facilitarles el acceso a escuelas privadas.
No obstante, el Diagnóstico Social explica que el acceso a actividades extraescolares sí que marca una diferencia entre los hijos de los hogares con mayor nivel educativo. En concreto, el 85 % de los menores de cuatro años que conviven con universitarios tienen acceso a este tipo de actividades frente al 55 % de los que viven con adultos con educación secundaria como máximo.
El reparto de las tareas domésticas y los cuidados
Otro aspecto que revela el Diagnóstico Social 2021-2022 apunta a la división de las tareas domésticas y los cuidados en los hogares madrileños que, a pesar de que se comparten entre mujeres y hombres, “muestran un desequilibrio” porque, en general, el porcentaje de los que hogares donde esas tareas recaen sobre las mujeres es mayor que el de aquellos en los que recaen sobre los hombres.
El diagnóstico muestra que la brecha se reduce hasta casi desaparecer cuando los hogares son más jóvenes. Allí donde hay familias o parejas de entre 20 y 40 años, las tareas y los cuidados se reparten de forma sensiblemente más igualitaria.
En este sentido, el Diagnóstico Social refleja un ámbito en el que la tarea sigue recayendo sobre las mujeres e incluso entre las más jóvenes: el cuidado de los niños. “Esto es interesante observarlo a la luz de otro dato del diagnóstico que confirma muchos otros estudios: la brecha salarial aparece en el momento en el que las mujeres tienen hijos, entre los 30 y 40 años”, ha explicado la vicealcaldesa, “lo cual nos reafirma en la necesidad de seguir potenciando las políticas de conciliación, que son a la vez políticas de familia y políticas de igualdad”.
Por último, el Diagnóstico Social hace referencia a la gran demanda por parte de las personas mayores de los servicios que les permiten permanecer en el hogar. En los últimos tres años, el 19 % de los mayores o de las personas con discapacidad ha necesitado el servicio de teleasistencia, mientras que el 17,3 % de los mayores ha requerido ayuda a domicilio.
