La Junta de Gobierno ha aprobado este jueves el texto inicial de la nueva Ordenanza del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), dirigida a la regulación del acceso de las personas mayores y con discapacidad a dicho servicio, los centros de día, las residencias y apartamentos municipales para mayores y al Centro Doctor Salgado Alba de Atención Integral Neurocognitiva.
Este nuevo texto introduce reformas que permitirán que estos servicios lleguen a más personas y de forma más sencilla, a la vez que apuesta por la permanencia de las personas mayores usuarias en su domicilio el mayor tiempo posible. Así lo ha avanzado el delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno.
La ordenanza, planteada desde la Dirección General de Mayores del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social en cumplimiento al acuerdo del Pleno de 2016, regula servicios clave para las personas mayores que necesitan un apoyo previo a la dependencia y para las que, teniendo reconocida la dependencia, no reciben todavía las prestaciones o servicios y necesitan un apoyo urgente.
La nueva ordenanza incluye como principal novedad un procedimiento exprés para la activación del Servicio de Ayuda a Domicilio ante situaciones de riesgo grave e inminente para la persona, dando un apoyo fundamental al usuario en cuestiones de limpieza del hogar, asistencia para la higiene personal y otras tareas domésticas. Con la nueva ordenanza, su activación se podrá producir de forma inmediata para prestar una atención urgente y su tramitación se realizará de forma posterior en tan solo tres días.
“Esta nueva ordenanza nos va a permitir estar más cerca de las personas mayores o con alguna discapacidad, porque tendremos la capacidad de llegar antes y mejor a los mayores que más nos necesitan”, ha avanzado Aniorte, que ha explicado que esta situación se podría dar en el caso del fallecimiento del cuidador de la persona mayor.
Otra de las principales novedades de la nueva Ordenanza del Servicio de Ayuda a Domicilio reside en el sistema para acceder a estos servicios, que dejará de dar prioridad al criterio económico y otorgará más peso a la valoración de su situación social.
Este aspecto, que Aniorte ha calificado de “avance hacia la universalización” del Servicio de Ayuda a Domicilio, estará recogido en el nuevo baremo social que incluirá criterios que hasta ahora no estaban contemplados y que darán más puntos para el acceso a los servicios regulados por la ordenanza como que el solicitante tenga a menores a su cargo o que sea víctima de maltrato por parte de un familiar o víctima de violencia de género.
La persona en el centro
Esta nueva ordenanza nace con el objetivo de estar más cerca de los ciudadanos, en especial de las personas mayores de Madrid, “facilitándoles la vida con criterios más justos y con menos burocracia”, ha explicado Aniorte, de forma que incorpora la importancia de la permanencia de las personas mayores en sus domicilios todo el tiempo que necesiten. “Y este es el sentido de recursos como el SAD o los centros de día, que mejoran la calidad de vida de las personas, favoreciendo su autonomía y la permanencia en su domicilio”, ha subrayado.
De esta manera, la nueva ordenanza permitirá reducir la burocracia y los trámites que implica el acceso al Servicio de Ayuda a Domicilio o a los centros de día mediante la simplificación del procedimiento y el documento de la solicitud, que será “mucho más sencilla” porque, ha explicado el delegado del área social, “sabemos que estos trámites son muy molestos para todos y, a veces, muy complicados para personas mayores o con discapacidad, por eso los simplificamos al máximo”.
Por otro lado, el texto de la Ordenanza del Servicio de Ayuda a Domicilio permite que las personas usuarias puedan suspender el servicio por tiempo indefinido sin perder el derecho a reactivarlo ante situaciones sobrevenidas, tal y como sucedió durante los primeros meses de la pandemia de COVID-19. “La pandemia nos enfrentó con unas situaciones en las que muchos usuarios, por miedo, suspendían el servicio durante más de tres meses, perdiendo el derecho”, ha detallado Aniorte, “lo que hizo que desde la Dirección General de Mayores se priorizara la flexibilidad en el servicio para mantener al mayor número de usuarios, algo que ahora incorporamos a la ordenanza”.
Asimismo, el texto contempla la posibilidad de activación del Servicio de Ayuda a Domicilio para personas con la dependencia reconocida por parte de la Comunidad de Madrid pero que están a la espera de recibir los servicios.
La nueva Ordenanza del Servicio de Ayuda a Domicilio sustituye el anterior texto, de 2009, y da cumplimiento al acuerdo de 2016 del Pleno del Ayuntamiento de Madrid para actualizarla. Tras su aprobación en la Junta de Gobierno, Aniorte ha anunciado que hablará con los grupos políticos municipales para buscar el mayor consenso durante todos los trámites antes de su llegada al Pleno municipal.