La Comunidad de Madrid ha ejecutado el 84,2% de las ayudas de la Línea estatal COVID-19 destinada a empresas y autónomos afectados por las consecuencias de la pandemia. El consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Javier Fernández-Lasquetty ha comparecido hoy en la Asamblea regional para hacer un balance de la gestión de estos fondos, y ha detallado que se han distribuido 572 millones de euros entre 31.358 beneficiarios.
De esta forma, y desde que se abriera el plazo para presentar las solicitudes el pasado 1 de mayo, han sido registradas un total de 44.404 peticiones, de las que resultaron atendidas el 70,6%. De las restantes, 9.960 fueron desestimadas y el resto (3.086) se desistió de continuar con la tramitación durante el proceso. Además, del total de expedientes tramitados, tan sólo 667 demandantes (de los más de 44.400) han presentado recurso de reposición al no estar conformes con la resolución.
Fernández-Lasquetty ha recordado durante su intervención que la Comunidad de Madrid “ha sido la primera región en publicar esta convocatoria de ayudas y en comenzar a hacerlas llegar a empresas y autónomos”. De los más de 30.000 beneficiarios, 20.903 han sido autónomos y 10.455 empresas. En el caso de los primeros, el importe global entregado ha ascendido a 87,2 millones de euros, con una media de 4.170. Por su parte, las empresas han recibido 484,7 millones, con una media de 46.364 euros.
Los tres sectores que han percibido una mayor cuantía económica han sido la hostelería (34%), el comercio (27%) y servicios auxiliares (18%). La actividad que ha logrado un mayor volumen de adjudicatarios ha sido el taxi, con 10.314 expedientes y un importe de 40 millones de euros, el 7% del total.
Gestión ágil y eficaz de la gestión de los fondos
Tras exponer los datos, Fernández-Lasquetty ha calificado la gestión del Ejecutivo regional en esta materia de “ágil y eficaz”. En su opinión, los requisitos fijados en el Real Decreto del Gobierno central “resultaban restrictivos, complejos y rígidos. Además, excluía a la mitad de la actividad económica e imponía un sistema de tramitación excesivamente farragoso”.
Para paliar estas carencias y agilizar la llegada de las ayudas, Madrid fue la primera comunidad autónoma en adaptarse a los sucesivos cambios, abrió tres convocatorias adicionales, aumentó el crédito con recursos propios y amplió los sectores que podrían beneficiarse, además de poner en marcha un procedimiento telemático a la hora de agilizar la tramitación.
Estas actuaciones permitieron que la Comunidad fuese “la primera región en ejecutar pagos en el mismo mes de mayo en el que se había hecho la convocatoria, cuando el resto de regiones ni siquiera había publicado las ayudas, ya que la mayoría lo hicieron en junio y julio”, ha destacado el consejero.