Los empresarios madrileños han calificado de «alarmante» el incremento de bajas laborales por COVID y han reclamado agilizar el proceso de alta de los trabajadores que en un test de autodiagnóstico hayan dado positivo, siempre que no desarrollen síntomas.
CEIM Confederación Empresarial de Madrid-CEOE, en relación con el «enorme» incremento de los procesos de baja laboral debidos al COVID, ha expuesto en que el acceso a los test de autodiagnóstico ha facilitado identificar los casos positivos y, por tanto, habilitar la causa para solicitar la baja laboral, bien por estar en efecto infectado, bien por contacto estrecho.
Según datos de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), se ha incrementado más de un 1.000% las bajas laborales en la Comunidad de Madrid en tan solo un mes, «con el coste que ello implica para las empresas, que sufragan la prestación por incapacidad temporal de corta duración y que han de reorganizarse repentinamente casi a diario».
CEIM advierte de que esta situación «está generando cierto colapso de la Atención Primaria, lo que impide el necesario seguimiento de la baja y, en ocasiones, está originando una duración indebida de la misma, ante las dificultades para obtener el alta médica, generando situaciones indeseables en algunas empresas y Sectores productivos, como el comercio de alimentación o la hostelería».
Según datos de la Seguridad Social, ya antes de las fechas clave del período navideño el número de bajas se había multiplicado por tres respecto a los procesos iniciados en todo el mes de noviembre. Por ello, desde CEIM entienden que ha de agilizarse el proceso de alta de los trabajadores que en un test de autodiagnóstico hayan dado positivo, siempre que no desarrollen síntomas, y proponen que «se den simultáneamente las bajas y las altas a 7 días, salvo para quienes tras ese período tengan síntomas que impidan el trabajo».
Desde CEIM consideran que las mutuas «podrían colaborar en evitar el alargamiento innecesario de la duración de estos procesos de incapacidad temporal, que tanto afectan a los costes de las empresas (muchos convenios complementan al 100% el salario), así como sobre las cuentas de la Seguridad Social en los procesos de más duración».