La Comunidad de Madrid ha solicitado al Ministerio de Defensa un total de 80 rastreadores militares como refuerzo a su sistema para la detección del COVID-19, que se sumarían a los 950 de los que dispone actualmente la región, tal y como ha indicado la Consejería de Sanidad.
El Gobierno madrileño ha solicitado dicho refuerzo ante el aumento de los contagios que se están produciendo en la región durante esta sexta ola del coronavirus. Aunque el aumento es leve, y de momento no ha tenido efectos importantes en las hospitalizaciones, especialmente en las UCI, sí es sostenido y no deja de crecer.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha visitado hoy el Mando de Operaciones (MOPS), en la Base de Retamares de Pozuelo de Alarcón, para conocer el resumen del año de operaciones de paz y actividades de las Fuerzas Armadas, así como el punto de situación de la ‘Misión Baluarte’ de lucha contra el COVID-19.
El Centro de Operaciones Conjunto (JOC) del MOPS también coordina desde el 30 de septiembre de 2020 la actuación de las Fuerzas Armadas en la operación ‘Misión Baluarte’, que sustituyó a la operación ‘Balmis’ de lucha contra el COVID-19. En dicha misión, las Fuerzas Armadas han llevado a cabo labores de rastreo, desinfecciones, vacunación y transporte de vacunas, entre otras. A día de hoy se llevan contabilizadas 6 millones de llamadas por parte de las Unidades de Vigilancia Epidemiológica.
Actualmente, la misión cuenta con 707 rastreadores militares activos, pendientes de que se incorporen otros 60 en las Islas Baleares y 15 en Cantabria. Concretamente hay rastreadores militares en todas las comunidades salvo en Cataluña, País Vasco, Castilla-La Mancha, Madrid y Murcia.