Regresa este domingo a Madrid, un año más, la Fiesta de la Trashumancia, un evento tradicional que ha dejado a lo largo de las últimas décadas estampas inolvidables con miles de ovejas “atascando” las principales vías de la capital. Sin embargo, ya este sábado los rebaños de ovejas se encuentran en la zona ganadera del arroyo de Valdeza en la Casa de Campo, donde llegaron este viernes por la Puerta del Zarzón / Arroyo Meaques.
La fiesta nació en 1994 a iniciativa de la Asociación Trashumancia y Naturaleza en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid para reivindicar la aprobación de una nueva Ley de Vías Pecuarias, que finalmente se promulgó el 23 de marzo de 1995. El nuevo texto legal reconoció las cañadas, cordeles y veredas como bienes de dominio público, inalienables, imprescriptibles e inembargables.
Está organizada por la Asociación Trashumancia y Naturaleza y colaboran la Asociación Concejo de la Mesta, Fundación MAVA, Ayuntamiento de Madrid y Fundación WWF/ Adena España. Este evento reivindica el papel de la trashumancia y la ganadería extensiva como herramienta de conservación de la biodiversidad y lucha contra el cambio climático.
Este domingo, 24 de octubre, tendrá lugar el evento más importante: paso trashumante por el centro de Madrid de unas 1.900 ovejas merinas y 150 cabras retintas propiedad del Concejo de la Mesta, una tradición que se celebraba ininterrumpidamente desde 1994 y que el año pasado tuvo que cancelarse por el COVID-19.
El alcalde, José Luis Martínez Almeida, dará la bienvenida, acogida y mostrado su agradecimiento a los pastores, acompañados por los mayorales, rabadanes y ganaderos, y recibirá el pago de los “50 maravedís al millar” estipulados por la Concordia de 1418 entre los Hombres Buenos de la Mesta y los Procuradores del Concejo de la Villa. Ese era el precio que debían pagar los pastores a las autoridades por hacer uso de los senderos. Ambas partes han rubricado un año más esa Concordia.
Programación domingo 24
9:00 h. Salida de los rebaños desde los rediles junto al arroyo de Valdeza en Casa de Campo hacia la Puerta del Rey
10:30 h. Salida desde la Casa de Campo, de los rebaños trashumantes participantes, con representación de las razas ganaderas autóctonas. Por el Puente del Rey cruzarán los jardines hasta la Ermita de la Virgen del Puerto, para ascender desde allí por el Paseo Ciudad de Plasencia y la Cuesta de la Vega hasta la Calle Bailén.
11:00 h. Entrada por la Calle Mayor, acompañados de los grupos representantes de la cultura popular de las diferentes comarcas trashumantes españolas.
12:00 h. Paso por la Puerta del Sol y entrada en la Calle de Alcalá.
12:30 h. Llegada a la Plaza de Cibeles y entrada al Paseo de Recoletos hasta Plaza de Colón.
13:00 h. Regreso a plaza de Cibeles, para el saludo a los representantes de la Corporación Municipal y pago de los maravedís, en cumplimiento de la Concordia de 2 de marzo de 1418, entre los Hombres y Mujeres de la Mesta y los procuradores del Concejo de la Villa.
13:30 h. Regreso de los rebaños hacia la Puerta del Sol, mientras los mayorales revisan los mojones de la Cañada Real en la Puerta de Alcalá.
14:00 h. Paso por la Puerta del Sol y regreso por la Calle Mayor y la Cuesta de la Vega hacia la Casa de Campo. Despedida de los pastores.
14:30 h. Entrada del rebaño a casa de campo y regreso a sus rediles en la zona de Valdueza.
El simbolismo de una forma de vida
Desde sus inicios la fiesta ha estado plagada de simbolismo con el fin de dar a conocer la importancia histórica, cultural, social y ecológica de los pastores españoles y sus ganados, así como de las vías pecuarias. De ahí que el recorrido siga fielmente el rito de la trashumancia. Son los mayorales y sarrujanes los que abren paso al ganado. Ellos y sus mastines son los encargados de defenderlo de los lobos, recorrer las cañadas en busca de los mejores pastos, arrendar las montaneras y denunciar cualquier intrusión en las vías pecuarias.
Los pendones concejiles son la referencia fundamental para mantener las distancias entre los distintos grupos. Les siguen los arrieros encargados de garantizar con sus recuas de mulas el tráfico de mercancías desde los puertos gallegos hasta Madrid. Les acompaña la Cabaña Real de Carreteros, fundada por los Reyes Católicos y representada por las carretas de bueyes seranos y de vacas avileñas. Distintos grupos populares acompañan el paso de los rebaños al son de la música tradicional de las distintas comarcas.