Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal por defraudar más de dos millones de euros mediante el método phising. En el desarrollo de la operación se han detenido a más de 90 personas como presuntos autores de los delitos de estafa, falsedad documental, usurpación de estado civil, simulación de delito, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal.
A algunas de sus 100 víctimas repartidas por toda la geografía española consiguieron estafarles hasta 100.000 euros, todos sus ahorros. También a varias empresas les lograron sustraer miles de euros. Una vez que obtenían los datos de las cuentas bancarias de las víctimas realizaban transferencias inmediatas y posteriormente extraían el dinero en efectivo en cajeros automáticos hasta su límite, después seguían pagando con las tarjetas en salones de juego y también hacían recargas de dinero en tarjetas opacas o de difícil rastreo.
La investigación se inició hace más de un año cuando los agentes recibieron varias informaciones de que un individuo podría estar utilizando identidades falsas para realizar reintegros en cajeros automáticos de forma fraudulenta. Posteriormente detectaron que este varón formaba parte de un entramado criminal dedicado a este tipo de estafa.
Transferencias que oscilaban entre los 2.500 y 20.000 euros
Los reintegros provenían de las víctimas, las cuales al acceder a la supuesta página web de su banco le remitía a la instalación de un módulo de seguridad que les requería una clave y seguidamente la pantalla se bloqueaba. Instantes después comprobaban que se habían realizado las transferencias, toda vez que la información permitía a los hackers acceder a sus cuentas. Así la organización realizaba transferencias inmediatas de cantidades que oscilaban entre los 2.500 y 20.000 euros a las cuentas de otros implicados en el grupo, las “mulas”.
Las “mulas” ofrecían sus cuentas personales para recibir estas transferencias o abrían cuentas nuevas con identidades falsas o usurpadas. Luego otros miembros del grupo acudían a cajeros para extraer ese dinero en efectivo hasta agotar el límite de extracción, pero seguían pagando en salones de juego o en otros establecimientos. En ocasiones para poder materializar estas sumas, compraban criptomonedas o lo transferían a tarjetas monedero. En una de estas tarjetas llegaron a acumular más de 90.000 euros.
Los agentes han logrado detener a los cuatro líderes de este grupo criminal y a otras 90 personas, muchas de ellas “mulas”. El grupo residía y realizaba su actividad ilícita desde el pasado año en la Comunidad de Madrid. Sus víctimas estaban repartidas por todo el territorio, ya que los envíos de spam para estafar por el método phising se realizaban de manera indiscriminada.
Se practicaron cuatro entradas y registros en Parla y en Madrid donde los investigadores intervinieron documentos de identidad falsos para abrir cuentas bancarias, tarjetas bancarias de “mulas” y de identidades usurpadas, resguardos de compra de criptomonedas por importe de 26.000 euros y claves de cuentas bancarias. La investigación continúa abierta por lo que no se descarta la implicación de más personas en el entramado criminal y la localización de más víctimas.