La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha presentado hoy las cuatro nuevas obras pictóricas del Museo Nacional del Prado que aparecen representadas a escala en vinilo en las paredes de la Estación del Arte de Metro, situada en la línea 1. “Es una iniciativa que cada vez está teniendo mejor acogida entre todos los viajeros y los visitantes a Madrid, a los que se les acerca la gran riqueza cultural e histórica de nuestro país”, ha indicado.
La antigua estación de Atocha pasó a denominarse Estación del Arte en 2018, gracias a un acuerdo de colaboración entre la Comunidad de Madrid y las tres principales pinacotecas de la capital, que constituyen uno de los ejes culturales más importantes del mundo: el Museo Nacional del Prado, el Museo Reina Sofía y el Museo Thyssen-Bornemisza. Así, la emblemática estación cuenta con un total de 36 obras maestras (12 aportadas por cada museo) que decoran pasillos, andenes y vestíbulos, con reproducciones a escala.
“Los viajeros puedan encontrarse al salir del vagón con las sombras del Guernica o con los salones parisinos en los cuadros de Manet. Esta estación es la antesala de los museos y, por tanto, es un respiro artístico en la rutina del viajero”, ha explicado la presidenta madrileña, quien ha explicado que a partir de hoy los usuarios ya tendrán la disponibilidad de ver en el interior de la estación la Venus y Adonis de Paolo Veronese, El caballero de la mano en el pecho de El Greco, El cardenal de Rafael y Las hilanderas de Diego Velázquez.
Estas reproducciones sustituyen a otras obras del Prado que decoraban la estación hasta la fecha: La siesta, de Alma Tadema; Hipómenes y Atalanta, de Guido Remi; Ixión, de José de Ribera, y El paso de la laguna Estigia, de Joachim Patinir. Con anterioridad también se han sustituido algunas pinturas del Museo Thyssen-Bornemisza, con motivo de la reciente reordenación de su colección permanente.
Es el caso de Los descargardores en Arlés de Van Gogh, que se retiró para colocar otra obra del mismo autor: Les Vessenots en Auvers. Del mismo modo, Vista de Naardem de Ruisdael, se sustituyó por La carta amorosa de François Clouet; El Gran Canal desde San Vio’ por La Plaza de San Marcos en Venecia, ambas obras de Canaletto, y La habitación de Hotel de Hopper por El sueño, de Franz Marc.
Está previsto que se produzcan cambios en algunas de las reproducciones del Museo Reina Sofía, coincidiendo con la apertura de su nueva colección, tras varios años de trabajo. La nueva colección será presentada a finales del mes de noviembre, e incluirá cerca de 2.000 obras.
La visita realizada por la presidenta regional a este espacio cultural forma ya parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO, al haberse incluido el pasado verano el eje del Paseo del Prado- Recoletos y el Parque del Buen Retiro en el listado de espacios Patrimonio de la Humanidad.
Numerosas estaciones tematizadas
Metro cuenta con diversas estaciones tematizadas. El objetivo es mejorar la experiencia de viaje del usuario, además de contribuir a difundir y promocionar la cultura, la ciencia o el ocio en la capital y en la región. Destacan la de la estación de La Latina, que cuenta con fotos históricas y contemporáneas de El Rastro, el emblemático mercado al aire libre que se lleva celebrando en la capital todos los domingos desde 1740, o la estación de Arroyofresno, tematizada con imágenes e ilustraciones de la Sierra de Guadarrama, debido a su proximidad.
Otros ejemplos son la estación de Portazgo, decorada con imágenes del estadio del Rayo Vallecano y de la popular San Silvestre Vallecana, o las paredes de la estación de Plaza de España, que recogen el texto íntegro de El Quijote. Más recientemente, se ha reproducido la obra Fortunata y Jacinta en la estación de Ríos Rosas como homenaje a su autor, Benito Pérez Galdós; se ha tematizado la estación de Manuela Malasaña, con retratos ilustrados y reseñas biográficas de 18 mujeres pioneras, e igualmente se ha vinilado la estación de Guzmán el Bueno, con motivo de la celebración del 150 aniversario del Instituto Geográfico Nacional.
Además cuenta con numerosos espacios museísticos en sus instalaciones, tales como la Nave de Motores, la estación de Chamberí, más conocida como ‘la estación fantasma’, o el vestíbulo de Pacífico, todos ellos diseñados por el arquitecto Antonio Palacios. Igualmente, destaca la exposición de trenes restaurados de principios del siglo XX situados en la estación de Chamartín.
El suburbano también atesora el mayor museo arqueológico bajo tierra de Madrid, situado en la estación de Ópera. Se trata de un espacio de 200 metros cuadrados donde se pueden visitar los restos arqueológicos de los siglos XVI y XVII pertenecientes a la Fuente de los Caños del Peral, el Acueducto de Amaniel y la Alcantarilla del Arenal.