En el fútbol madrileño dejó durante años un poso de futbolista de primer nivel. Sólo unos pocos se encuentran en la tesitura de elegir entre fichar por el Real Madrid o el Atlético. Eso le sucedió en su momento a Borja Paris Hernando (Madrid, 18 de enero de 1994), un lateral izquierdo preparado para afrontar nuevos retos desde esta XXVI edición de Sesiones AFE.
Cuando acabó la pasada temporada futbolística y se puso en marcha el mercado de fichajes, no le llegaron las ofertas deseadas, explicando que “hablé con varios compañeros que han pasado por Sesiones AFE porque no me llegaban ofertas. Todos me recomendaron que me apuntara porque es una oportunidad única de tener visibilidad, adquirir un buen estado de forma y volver a sentirte futbolista”.
El defensa reconoce que “los días previos estaba muy pendiente de la lista, estaba nervioso y con muchas ganas de ser elegido; me hizo mucha ilusión ser seleccionado”. Durante estos días, “el objetivo es trabajar, hacer amistades, conocer gente con experiencia… Tenemos un ‘staff’ técnico que te ayuda y hay que aprovechar el momento, disfrutar de estas Sesiones AFE y aprender”.
Muy cotizado
“Es una experiencia única porque en Sesiones AFE te hacen sentir que eres futbolista profesional. En estos momentos, que son difíciles y tristes tras una buena temporada, es duro encontrarte sin equipo. Aquí recuperas el ánimo, se enciende una chispa para sentirte importante y valorado de nuevo”, subraya Borja.
El lateral izquierdo se caracteriza “por ser un futbolista intenso, peleón, difícil de superar. Soy rápido, potente, me gusta incorporarme al ataque y sacar buenos centros”. Reconoce que “no tengo un referente, porque me gustan muchos. De pequeño, eso sí, Roberto Carlos era un futbolista que era casi un ídolo para mí”.
Su vida futbolística comenzó en el colegio siendo un niño, pasando posteriormente a la cantera del Getafe, “que es donde me he criado y donde me trataron muy bien”. Cuando está en la categoría Infantil “me sale la oportunidad de entrar en la cantera del Real Madrid y no me lo pensé”. Sin embargo, esa etapa no le llena como futbolista y regresa al Getafe.
Su progresión es muy positiva y dos años después, recuerda, “me llaman Real Madrid y Atlético”, tomando la decisión de vestir de rojiblanco. “Estuve cinco años en el club y la experiencia fue buena”.
La Segunda B
Con 20 años, tras abandonar el Atlético, esperaba recibir muchas ofertas y finalmente “un entrenador que conocía me llevó al Trival Valderas”. Poco después, “toco de nuevo la élite” al formar parte del Alcorcón B, pero la suerte le es esquiva porque cuando está a un paso del debutar con el primer equipo -con el que entrenaba más de una vez- por la lesión de un compañero, Borja sufre una fractura en un brazo. “Estuve seis meses parado”, recuerda con cierto punto de amargor.
Es entonces cuando decide salir de la zona de confort, “había que cambiar de aires”, y ficha por el Astorga, que entonces tenía un convenio con la Cultural Leonesa, “un proyecto muy bueno, una experiencia muy buena”, igual que a continuación “estuve muy a gusto en la Arandina, un club que me gustó mucho, y la S.D. Formentera, donde me habría quedado muchos años más”.
“Todas estas experiencias han sido muy buenas”, comenta, aunque con 27 años “mi frustración es que no he debutado en Segunda B. Llevo años soñando con jugar en esta categoría”. Sesiones AFE pueden ser ese trampolín para cumplir ese anhelo…