Andrés, de 68 años de edad, se ha convertido en el paciente 6.000 dado de alta por curación de la COVID-19 en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
El Marañón ha sido uno de los hospitales en España que más pacientes COVID-19 ha atendido, registrando un periodo en el pico de la pandemia en el que prestaba atención sanitaria a más de 1.000 pacientes hospitalizados por coronavirus simultáneamente y ha registrado casi 19.000 casos en total. En la actualidad, en la última unidad de hospitalización COVID-19 del Gregorio Marañón hay ingresados de 10 pacientes, más dos enfermos en la UCI con COVID-19 positivo.
El resto de plantas ya han vuelto a la normalidad, estando ya libres de COVID-19. Andrés Rojo ha permanecido ingresado más de dos meses en el centro y ha conseguido superar las complicaciones que la enfermedad le ha provocado. Es importante señalar que el paciente estuvo más de un mes en la UCI, donde permaneció sedado y con asistencia ventilatoria.
Tras salir de la UCI, a finales de mayo, fue trasladado a la planta de hospitalización del Servicio de Medicina Interna y de allí al edificio de Francisco Silvela para su recuperación funcional, ya que este centro dependiente del Marañón está especializado en Rehabilitación. Tras su mejoría, Andrés ha recibido el alta hospitalaria, convirtiéndose en el paciente 6.000 dado de alta tras superar la COVID-19 en el Hospital Gregorio Marañón. Por eso, el personal le ha
despedido entre aplausos.
Andrés recuerda ahora que cuando ingresó se preocupaba por su mujer, que también tuvo que ser hospitalizada por Covid-19, ya que se infectaron ellos dos y su hija. Cuando despertó en la UCI se alegró al recibir la visita de su mujer, ya recuperada, que le aseguró que todos estaban bien y él también saldría adelante, “entonces me quedé tranquilo y me dio mucha fuerza para continuar”, señala ahora Andrés en su habitación del hospital.
Este paciente ha tenido que ser incluido en el programa post-UCI de pacientes con COVID-19 puesto en marcha por el Hospital Gregorio Marañón y que aúna una atención personalizada y multidisciplinar ya que precisan más tiempo para recuperarse, especialmente de la pérdida de masa muscular. Son enfermos que requieren tratamientos especializados que proporcionan los servicios de Rehabilitación, Endocrinología y Nutrición, y también Psiquiatría, junto a Medicina Interna, Neumología y Enfermedades Infecciosas.
“Cuando me desperté no podía hacer nada solo, ni ir al baño ni tenerme en pie, te das cuenta en esos momento de lo importante que son ciertas cosas que haces sin pensar, pero que te ayudan a vivir. Afortunadamente ahora, gracias a la ayuda de todos los sanitarios del Hospital Gregorio Marañón, ya me levanto, ando y puedo asistirme yo mismo. Hay personas que aún no entienden lo grave que puede ser esta enfermedad, solo los pocos días que estuve consciente en la UCI murieron varias personas”, explica Andrés.
El Hospital Gregorio Marañón ha sido uno de los centros en España que más pacientes COVID-19 ha atendido, registrando un periodo en el pico de la pandemia en el que prestaba atención sanitaria a más de 1.064 pacientes hospitalizados en el centro, mientras que en la actualidad el este número es de 12 enfermos.