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La Audiencia de Madrid juzga a un hombre que asesinó a su mujer porque la «amaba tanto» que «antes de perdonarte te quito la vida»

by Gacetín Madrid

La Sección número 26 de la Audiencia Provincial de Madrid juzga este lunes, 12 de abril, a N. B. V., un hombre que decidió acabar con la vida de su pareja porque pensaba que le era infiel y “como parte del control y de la posición de dominación que ejercía sobre ella desde el inicio de la relación”.

De hecho, tras cometer el crimen dejó una carta en la vivienda que tiempo atrás había compartido con la mujer para justificar su acción en la que decía: “solo le pido a Dios que me perdone o que me quite la vida te amo tanto que antes de perdonarte te quito la vida”. La Fiscalía Provincial de Madrid solicita 30 años de prisión para él.

El acusado y su pareja mantuvieron una relación sentimental desde el año 2016 hasta el día 3 de julio de 2018, hecha que en que N. B. V. abandonó el domicilio que tenían en Madrid a petición de la víctima. Durante el periodo de convivencia, según la Fiscalía, el hombre actuó “con ánimo de alterar la paz familiar y la convivencia con (…), así como de atemorizarla, imponiendo siempre su voluntad, la golpeaba y menospreciaba de forma cotidiana, lo que no impidió el mantenimiento de la relación de pareja debido a la dependencia emocional que le había generado”.

El 6 de febrero de 2017 la mujer sufrió una agresión en el interior del domicilio, un hecho por el que el acusado fue condenado como autor de un delito de lesiones en el ámbito familiar a nueve meses y un día de prisión y a otros 20 meses de prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima. Pese a ello, el 1 de julio de 2018, tras regresar juntos al domicilio común, el acusado, empezó a recriminar de forma “insistente” a la mujer que no le ayudara lo suficiente y, “actuando con ánimo de menoscabar su integridad corporal”, le propinó varios golpes con la mano en la cabeza, no constando que sufriera lesiones físicas.

“Presa del temor que sintió –explica la Fiscalía-. (…) abandonó el domicilio esa misma madrugada, con la excusa de ir a comprar unas cervezas”, y fue a pasar unos días al domicilio en el que trabajaba como empleada doméstica. En la noche del 5 de julio de 2018, tras la salir del trabajo, la víctima se dirigió al domicilio familiar, “en la creencia de que el acusado ya lo había abandonado de forma definitiva dos días antes”.

Sin embargo, cuando entró en la vivienda se encontró con N. B. V., a quien le recriminó que hubiera desoído su petición de abandonar la casa. El acusado, que tenía ya por entonces la prohibición de acercarse o de comunicare con ella, le pidió perdón y una nueva oportunidad, pero la mujer, “ante el miedo que le inspiraba el acusado como consecuencia del clima de terror en el que vivía”, le sugirió que fueran a hablar a un bar, ya que en otro caso llamaría a la policía.

En ese momento,” al ver que no lograba imponer su voluntad y convencer a (…) para retomar la relación”, el acusado sujetó con fuerza a la mujer por su brazo izquierdo y, sin posibilidad de que pudiera reaccionar y defenderse, cogió “súbitamente” un cable eléctrico, lo enrolló alrededor del cuello de su pareja y apretó “con gran fuerza hasta que logró acabar con la vida de la misma”.

Tras acabar con la vida de la mujer, el acusado dejó sobre una mesa de la vivienda una nota manuscrita en la que se podía leer: “solo le pido a Dios que me perdone o que me quite la vida te amo tanto que ante de perdonarte te quito la vida 3 años a tu lado luchando dándolo todo y ahora me trassiona confie en ti siegamente pero te sigo amando y un dia no berremos en el sielo”. (sic)

Asimismo, antes de abandonar la vivienda, el acusado se cambió de ropa, se aseó y cogió el móvil de su pareja para enviar varios mensajes por WhatsApp a una amiga de la víctima tales como: “ahora no puedo chiqui”, “después te llamo”, “chiqui tengo compañía”.

La mujer tenía dos hijos mayores de edad que residen en Paraguay. La Fiscalía imputa a N. B. V. cuatro delitos: maltrato habitual (3 años), maltrato de obra en el ámbito familiar (1 año), asesinato (25 años) y quebrantamiento de medida cautelar (1 año). En concepto de responsabilidad civil reclama 100.000 para cada uno de los dos hijos de la fallecida.

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