Puedes seguir todas las noticias de actualidad que publicamos desde Gacetín Madrid a través de nuestro canal en Telegram >> enlace
El Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid ha mantenido su política de puertas abiertas para los padres de los niños y bebés ingresados, entre los que se encuentran los recién nacidos y los prematuros, incluso durante los meses de la pandemia por la COVID-19, con las máximas medidas de seguridad y prevención.
Esta estrategia permite una atención más cercana y proporciona beneficios a los pacientes pediátricos, independientemente de su edad, ya que la hospitalización junto a uno de sus progenitores les ayuda en su recuperación y puede acortar su ingreso, según prueban numerosos estudios científicos.
En el caso de los bebés prematuros ingresados en Neonatología, los padres pueden permanecer junto a sus hijos el tiempo que deseen. En este supuesto, dada la situación de fragilidad de muchos de ellos por haber nacido antes de tiempo, se permite la permanencia del padre y la madre juntos, siempre que sea posible.
La posibilidad de acceso libre, pero supervisado siempre por los profesionales, es favorecida por la circunstancia de que este servicio es el único del país que cuenta con 11 habitaciones de hospitalización individual desde el mes de marzo de 2020, tras una reforma integral que concluyó justo antes de los primeros casos de COVID-19 en el país.
Gregorio Encabo es el papá de Miranda, ingresada en una de estas habitaciones individuales desde que nació el 24 de diciembre. Vino al mundo dos meses antes de la fecha prevista con 1.251 gramos de peso, junto a su hermana gemela, Valeria.
Nacieron en un hospital de Castilla y León y fueron derivadas de forma inmediata al Hospital 12 de Octubre porque el centro de origen no contaba con UCI neonatal. Su hermana ya ha recibido el alta. Miranda, con un peso actual de 2.590 gramos, continúa ingresada hoy, un día especial para su padre que puede permanecer junto a ella.
Mario también está ingresado en Neonatología. Fue trasladado al 12 de Octubre desde otro hospital madrileño, tras nacer con seis meses y cuatro días el pasado el 29 de enero, con tan solo 880 gramos. José Manuel Escobar, su padre, también puede estar hoy junto a su hijo, quien ha evolucionado favorablemente y ya pesa 1.600 gramos.
Las plantas de hospitalización de Obstetricia, en las que ingresan los niños nacidos a término, también mantienen su política de puertas abiertas para el padre. Gracias a eso, Sergio Balsalote puede celebrar el Día del Padre junto a su hija, que nació el 16 de marzo y pesó 3.700 gramos. Ayer recibió el alta y se encuentra ya en su domicilio.
Estos tres padres pueden celebrar hoy su día junto a sus bebés, igual que los de otros muchos niños ingresados en hospitalización de Pediatría, Cirugía Pediátrica y Cuidados Intensivos del 12 de Octubre. Este hospital ha desarrollado históricamente, casi desde sus inicios, una estrategia de puertas abiertas para favorecer la hospitalización familiar de los niños junto a sus padres, incluso en los meses de la pandemia.