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El SUMMA 112 impulsará el uso de la escala de medición del dolor EVA en sus unidades móviles y dispositivos de atención de urgencias y emergencias extrahospitalarias, como medida más eficaz para aplicar el tratamiento farmacológico más adecuado y poder estudiar a posteriori la efectividad de dicho tratamiento.
El Servicio de Urgencia Médica de la Comunidad de Madrid se integra en la estrategia regional Madrid sin Dolor y ha desarrollado su propia estrategia de atención al dolor para el trienio 2017-2020, que incluye la implementación de una escala para sus profesionales, cuyo manejo y constancia en la historia clínica considera esencial, fundamentalmente en la población vulnerable, como mayores frágiles, niños o población que presenta alguna discapacidad cognitiva.
Además, la Comisión del Dolor que integran profesionales sanitarios del servicio está desarrollando una escala específica para el paciente inconsciente, que necesita de una escala diferente puesto que lógicamente no está disposición de autoevaluar el dolor que siente.
El SUMMA 112, a través de la Comisión del Dolor y los Departamentos de Calidad y Formación, ha organizado un Webinar sobre la prevención y el tratamiento del dolor coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Dolor, que se celebra el próximo día 17, con la participación de médicos y enfermeras que componen este grupo de trabajo. La subdirectora médico Soledad Martín Fresneda ha abierto la sesión destacando que “el SUMMA 112, como eslabón fundamental del sistema sociosanitario, tiene la responsabilidad ineludible de analizar el dolor físico y emocional y cómo repercute en la vida cotidiana de los pacientes en urgencias y emergencias”.
“Nosotros vamos a sus domicilios y comprobamos de primera mano la merma en su calidad de vida, el coste que tiene ese dolor… Para el abordaje integral del Dolor es esencial no solo dar un tratamiento correcto sino dejar constancia en el informe clínico”, señaló Martín Fresneda.
Por su parte, el coordinador médico del Centro Coordinador, Félix de Paz, ha ahondado en el planteamiento del dolor que ha llevado a cabo la OMS desde los años 80, diseñando la escalera analgésica, la barandilla asociada a las medidas no farmacológicas (soporte emocional, comunicación, etc.), el ascensor terapéutico de escalada rápida, y los tratamientos multimodales. De Paz ha insistido en que el dolor es un problema de salud, y su abordaje desde todos los ámbitos asistenciales de forma coordinada como se está haciendo desde hace unos años resulta esencial para evitar la gran variabilidad asociada a su manejo.
En esta misma línea, la enfermera Reyes Blanco ha situado el dolor como “la quinta constante vital”, junto con la temperatura, tensión arterial, frecuencia cardiaca y frecuencia respiratoria, de lo que se confirma la importancia de medirlo. La OMS reconoce el alivio del dolor como un derecho humano, por lo que insta a desarrollar herramientas de medición, como son las distintas escalas.
Blanco ha realizado un recorrido por las distintas escalas: visuales, de rostros, numéricas, por cuestionarios, etc. que ayudan al paciente a autoevaluar su dolor, desde la ausencia hasta el peor dolor imaginable. La escala que maneja el SUMMA 112 en la urgencia y emergencia extrahospitalaria es una escala de valoración combinada, numérica y de rostros, de manejo sencillo, rápido uso y validada en nuestra organización.
Por su parte, el médico de UVI móvil Mariano Bartolomé se ha detenido en explicar en detalle cómo y dónde actúan los distintos fármacos que tienen a su disposición los profesionales en el SUMMA 112: dosis, indicaciones y claves para usarlos, en el caso de antinflamatorios, opiáceos, etc.
Pacientes Vulnerables
La Comisión del Dolor del SUMMA 112 también está especializada en la elaboración y recomendación de las escalas más apropiadas para el caso de pacientes vulnerables, que no tienen las mismas posibilidades de expresar qué tipo de dolor siente. El enfermero Mario Martín se detuvo en el caso de los mayores frágiles, que viven solos, tienen pluripatologías y varios tratamientos farmacológicos, riesgo constante de caídas o desorientación, y de las personas con alguna discapacidad intelectual, que son susceptibles de recibir un manejo inadecuado del dolor y sobre los que hay que aplicar escalas observacionales y la identificación y medición del dolor es un desafío sanitario aún mayor.
Al igual que ocurre con el paciente pediátrico, en el que profundizó la enfermera María Luisa Santiago, quien incidió en que si el niño presta una atención máxima al dolor, aumenta su ansiedad y miedo, con lo que la experiencia sensorial del dolor se magnifica y puede llevar en apariencia a un empeoramiento del cuadro, por lo que es importante establecer una relación de confianza, apelar a la ayuda de los padres si son capaces de contagiar positividad, propiciar un ambiente tranquilo y con confianza, etc. Asimismo, orientó a los profesionales a usar instrumentos conductuales y escalas como la del llanto, junto con las expresiones faciales y verbales, para medir el dolor en los más pequeños.
El director gerente del SUMMA 112, Pablo Busca, despidió la jornada insistiendo en el uso de la escala propia del servicio dado que “un buen tratamiento del dolor mejorará sin duda la confianza del paciente en el Sistema de Salud”. “Debemos darle cada vez más importancia a lo que siente el paciente y guiarnos por ello”, manifestó Busca.