Según la semFYC, la estructura de Centros de Salud está “participando en el control de la epidemia, gracias a la contención de cerca de 900.000 casos que no han sido derivados al circuito hospitalario”.
La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) ha estimado en cerca de un millón los afectados por cuadro clínico COVID-19 en España, con más de 900.000 leves y sin test atendidos en Atención Primaria y que en su inmensa mayoría no han sido derivados a centros hospitalarios.
Desde semFYC se han hecho públicos los resultados de una encuesta realizada durante la semana del 23 al 27 de marzo entre 1.063 especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria que ejercen en Atención Primaria.
El documento resultante pone de manifiesto el “extraordinario papel de contención, base del SNS y puerta de entrada a la sanidad, que realiza la Atención Primaria y los profesionales que trabajan en esta, durante esta crisis”, señala el presidente de la semFYC, Salvador Tranche.
Del mismo modo, de dichos resultados se deduce que los profesionales de Atención Primaria, realizan el seguimiento de más de 900.000 pacientes con cuadro clínico probable de COVID-19 con sintomatología leve y sin confirmación, la mayoría de los cuales no precisaron atención hospitalaria.
Las proyecciones de los datos de la encuesta sitúan los casos confirmados al 27 de marzo en 65.149, cifra muy similar a los 64.059 que se publicaron entonces, lo que daría validez al millón de casos leves registrados.
La Atención Primaria está resultando ser un eficaz muro de contención de la epidemia de COVID-19, tal y como se desprende de los datos facilitados por 1.063 médicos de familia que han participado en esta encuesta, a petición de la semFYC.
Salvador Tranche, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria lo confirma: “más de 900.000 casos con sintomatología respiratoria leve han sido tratados en Atención Primaria; de ellos, sólo una mínima parte está llegando al hospital, lo que permite desestresar el sistema y que las unidades hospitalarias se focalicen en la atención a los más graves, así como en los cuidados intensivos, como está previsto”.
Otro de los aspectos que más llama la atención en la encuesta se refiere a las consultas presenciales. Aunque todos los mensajes desde el inicio del confinamiento van orientados a promover la consulta no presencial, la realidad es que surgen problemas de salud que no son demorables y no pueden resolverse telemáticamente y que ,lógicamente, continúan solucionándose en Atención Primaria.
Del conjunto de datos extraídos se deriva que, si bien el 36,41% de los pacientes atendidos de manera presencial acudieron a consulta por motivos vinculados a cuadros respiratorios que podrían estar vinculados a la COVID-19, el 63,5% restante lo hicieron por causas distintas y de carácter indemorable.
El total de estas consultas presenciales por temas no respiratorios se situaría en torno a 867.000, si se proyectan los datos obtenidos de 1.063 médicos de familia sobre el total de facultativos de Atención Primaria.
El mantenimiento de la asistencia a los pacientes con patología crónica o necesidades indemorables no vinculadas a la COVID19, constituye “uno de los pilares de la Atención Primaria y la Medicina Familiar y Comunitaria en estos tiempos de pandemia: el sistema debe continuar asistiendo a los pacientes crónicos más aún ahora donde la situación de confinamiento nos obliga a ofrecer un mayor soporte emocional y apoyar la difusión de información sanitaria de calidad hacia los pacientes”.
Modificación de la actividad asistencial
La actividad asistencial de la semana que sirve de muestra para estos datos permite poner de manifiesto la gran adaptabilidad que ha mostrado la Atención Primaria, que ha constituido unidades separadas para la atención de pacientes con cuadro respiratorio COVID en los Centros de Salud a fin de aislar a los pacientes de riesgo.
La actividad en estas consultas presenciales de respiratorio habría supuesto entre 3 y 4 pacientes diarios de media por médico de familia, lo que en explotación de datos hasta los 29.089 médicos de familia habría supuesto 494.462 consultas en una semana en toda España.
En lo relativo a la configuración de las actividades asistenciales, buena parte de estas pasaron a realizarse vía medios telemáticos, esencialmente teléfono, “aunque muchos profesionales han empezado a impulsar las videollamadas con sus pacientes, para tratar de mejorar la calidad de la entrevista clínica y los resultados de la misma”, señala Salvador Tranche, quien apunta que “el COVID está suponiendo un salto hacia la telemedicina real y un uso muy racional de los recursos por parte de los pacientes con síntomas menores. Es algo que se debe agradecer a la ciudadanía”, puntualiza.
Cuantitativamente hablando, esta actividad telemática puede haber implicado más de 4 millones de llamadas telefónicas efectuadas por el conjunto de médicos de familia de Atención Primaria durante la semana analizada en la encuesta. Se trata de un dato que se extrapola de las 146.856 llamas telefónicas que confirmaron haber realizado los 1.063 médicos que han participado en la encuesta. Las medias apuntan a que cada médico de familia puede estar haciendo entre 27 y 28 llamadas diarias.
Ante la situación de excepcional alarma, la semFYC estima necesario agradecer el compromiso del conjunto de profesionales de la Atención Primaria y Hospitalaria, así como del resto de profesionales de cualquier perfil implicados en la respuesta a esta crisis. Tampoco se pueden olvidar los sacrificios realizados por todas las personas que han respetado el confinamiento; la entereza de los pacientes que, ante esta crisis sanitaria, han hecho un uso exquisito de los recursos sanitarios; y la generosidad en gestos, aplausos y manifestaciones de apoyo de todas las familias.