CSIT exige que test y EPIs se repartan también a los profesionales de los centros de discapacitados

Gacetín Madrid

CSIT ha exigido este viernes que los test rápidos y EPIs (mascarillas, batas, gafas…) se repartan también a los 1.700 profesionales de los centros de personas con discapacidad.

«En el momento en que la Consejería de Sanidad reciba las pruebas de coronavirus COVID-19, estas sean realizadas con urgencia, también al personal y a los residentes de los centros públicos de atención a personas con discapacidad intelectual de la Comunidad de Madrid (CADP) de la Comunidad de Madrid», han reclamado

«Es fundamental retirar de la actividad a los profesionales que den positivo en la prueba, dado que el objetivo es proteger a los usuarios de estos centros que constituyen una población especialmente vulnerable al coronavirus COVID-19, teniendo en cuenta que entre ellos predominan las personas con enfermedades crónicas o pluripatológicas, o con estados de inmunosupresión congénita o adquirida», incidan.

Con unos 1.700 trabajadores en total, los 13 CADP de titularidad pública «prestan un servicio social esencial que, sumado al de las 25 residencias de mayores públicas y los centros ocupacionales y sanitarios, atraviesan situaciones de alto riesgo de contagio por la carencia de material de protección y por el número de infectados que, cada vez, va en aumento».

CSIT considera «imprescindible en estos centros seguir la recomendación de la OMS, en cuanto a la necesidad de realizar estas pruebas PCR o test rápidos, junto con el reparto a todos los profesionales del material de protección adecuado, al objeto de no expandir el nivel de contagiados, tanto de usuarios como de trabajadores».

En varios de estos CADP ya existen focos de infección por coronavirus COVID-19, «con situaciones realmente críticas, como sucede en el CADP Dos de Mayo y en el CADP Reina Sofía, en los que residentes y trabajadores se están contagiando a un ritmo vertiginoso porque carecen de equipos de protección y no se les han hecho pruebas».

Las bajas por sintomatología de coronavirus COVID-19 «ronda en algunos de estos centros el 35 o 40%, lo que está generando sobrecarga de trabajo al resto de la plantilla y, sin más contrataciones de personal que pueda incorporarse con los materiales de protección y medidas de seguridad adecuadas, se produce un incremento del riesgo de contagio durante el desarrollo de la actividad asistencial».

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