La Fiscalía Provincial de Madrid solicita dos años de prisión para un acusado de haber falsificado sendos informes sobre la verdadera autoría de un cuadro atribuido a Frida Kahlo para tratar de venderlo como si hubiera sido realizado por la pintora mexicana. El representante del Ministerio Público le imputa un delito continuado de falsedad documental y señala que, aunque nunca se llegó a determinar el precio de la obra, ésta podría superar “notoriamente” los 400 euros.
El acusado estaba casado con la propietaria del cuadro supuestamente atribuido a Frida Kahlo y llamado “Piden Aeroplanos y les dan alas de petate”. De ahí que tuviera acceso a un informe elaborado el 27 de mayo de 2014 por la directora de colecciones del Museo Reina Sofía acerca de la autoría del mencionado cuadro en el que en el apartado de conclusiones decía: “Después de haber consultado con diversos especialistas en la obra de Frida Khalo en México, (…), hay una opinión generalizada que pone en duda la autenticidad de la obra objeto de este informe, aunque tampoco nadie asegura por escrito su falsedad. (…)”.
El acusado, guiado por el ánimo de hacer pasar la obra por auténtica, en junio de 2019, modificó personalmente “o por medio de alguien” una copia del mismo redactando el apartado de conclusiones de la siguiente manera: “Después de haber consultado con diversos especialistas en la obra de Frida Khalo en México, (…), hay una opinión generalizada de que la obra es verdadera.”
Además, el acusado tuvo también acceso a un informe emitido en fecha 10 de febrero de 2015, por una fiscal en el seno de las diligencias previas tramitadas en el Juzgado de Instrucción nº 42 de Madrid y en el que se decía: “El Fiscal, evacuando el traslado conferido interesa el SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL DE LA PRESENTE CAUSA, dado que no se ha podido identificar al autor de los hechos denunciados por la Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico por el que se pone en conocimiento la entrada en dicha Subdirección de una solicitud de exportación temporal con posibilidad de venta en relación a cuatro obras pictóricas, una de ellas la pintura realizada al óleo sobre cartón, supuestamente atribuible a la pintora Freida Kalho, titulada “Piden Aeroplanos y les dan alas de petate” se pone en duda su autenticidad. De la instrucción de la causa no ha podido determinarse en base al informe policial de la Brigada de Patrimonio Histórico que consta en autos la ilegalidad de la misma ni de los presuntos autores de la misma, ante ello ante ello se interesa el sobreseimiento provisional de la presente causa, con reserva de acciones civiles para los perjudicados”.
El acusado modificó también una copia del mismo informe, y lo dejó así: redactándolo, bien personalmente, bien por alguien a su ruego, de la siguiente manera: “El Fiscal, evacuando el traslado conferido interesa el SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL DE LA PRESENTE CAUSA, dado que no ha existido ninguna irregularidad en los hechos denunciados por la Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico por el que se pone en conocimiento la entrada en dicha Subdirección de una solicitud de exportación temporal con posibilidad de venta en relación a cuatro obras pictóricas, una de ellas la pintura realizada al óleo sobre cartón, atribuida a la pintora Frida Khalo, titulada “Piden Aeroplanos y les dan alas de petate”. De la instrucción de la causa no ha podido determinarse en base al informe policial de la Brigada de Patrimonio Histórico que consta en autos la ilegalidad de la obra, ya que según se concluye en opinión generalizada por los expertos la obra es verdadera, ante ello se interesa el sobreseimiento provisional de la presente causa”.
Con dichos documentos falsificados el acusado intentó vender la citada obra en el mercado del arte y en 2017 se puso en contacto con la Sala de subastas Christie’s de Madrid. La respuesta que obtuvo fue que se dudaba sobre la autenticidad de la obra y que por lo tanto no la iba a sacar a subasta. Dos años más tarde, el acusado contactó con una marchante de ate con el mismo propósito pero la mujer descubrió las “intenciones fraudulentas” del vendedor a través de la Sala Christie’s.