La nueva flota de coches eléctricos de Canal de Isabel II, empresa pública de la Comunidad de Madrid, reducirá en un 30% las emisiones contaminantes a la atmósfera. Así, los 69 vehículos eléctricos que forman parte de la flota de Canal evitarán la emisión de más de 124 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año.
Con motivo de la Semana Europea de la Movilidad, que se celebra entre el 16 y el 22 de septiembre, la consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad, Paloma Martín, ha conocido hoy parte de esa flota sostenible, compuesta mayoritariamente por turismos ligeros, además de furgonetas combi y de carga, así como los planes de la empresa pública para implementar nuevos modelos de movilidad sostenible en sus desplazamientos y descarbonizarlos.
Durante la visita al Centro de Control de Canal de Isabel II, en Majadahonda, la consejera ha estado acompañada por el alcalde del municipio, José Luis Álvarez Ustarroz.
Si bien Canal de Isabel II cuenta con vehículos eléctricos desde hace seis años, el último contrato licitado por la empresa pública responsable del ciclo integral del agua en la Comunidad de Madrid apostó de manera decidida por esta forma de movilidad más sostenible y respetuosa con el medio ambiente y multiplicó por 13 la adquisición de vehículos 100% eléctricos.
“Desde el Gobierno regional apostamos por un modelo basado en la economía circular. Es necesaria una transición energética inteligente que nos permita avanzar hacia un modelo de movilidad que aúne la eficiencia y la libertad en la implantación de energías más limpias, en línea con nuestros compromisos europeos en materia medioambiental”, señaló Paloma Martín.
Los últimos vehículos eléctricos se incorporaron a Canal en julio de este año. El conjunto de la flota eléctrica de la empresa pública ya ha recorrido desde su puesta en servicio 630.000 kilómetros, una distancia que equivale a casi 16 vueltas a la Tierra por su ecuador y que ha evitado la emisión de más de 72 toneladas de CO2 a la atmósfera.
Con el objetivo de poder usar estos vehículos en trayectos más largos, la empresa ha instalado más de 200 puntos de recarga en 50 de sus instalaciones, incluidas presas, depuradoras y centros de trabajo periféricos. Canal utiliza estos vehículos para desplazamientos de sus técnicos tanto entre las distintas instalaciones de gestión del ciclo integral del agua en la Comunidad de Madrid como a obras en curso, atención de incidencias, etc.
Gasolineras: Biometano como combustible vehicular
Por otro lado, Canal de Isabel II también está testando en tres instalaciones de depuración las posibilidades del biogás como fuente de energía para uso vehicular. Compuesto mayoritariamente por metano y carbono, es el gas que liberan los fangos de las depuradoras durante su digestión y ya se aprovecha para generar energía eléctrica mediante cogeneración.
De este modo, desde hace algo más de un año, Canal está probando distintas tecnologías que eliminan el CO2 de este biogás y ha instalado gasolineras en las depuradoras de La Gavia, Viveros de la Villa y Butarque -esta última, de más capacidad- preparada para abastecer a camiones y autobuses. Todas ellas permitirán proveer de biometano, un combustible 0 emisiones y con gran poder calorífico, a más de una veintena de vehículos diarios.
La reducción de emisiones en los vehículos que utilizan biogás es drástica: no emiten partículas ni dióxido de azufre, reducen en un 85% los óxidos de nitrógeno emitidos, las emisiones de CO2 de efecto invernadero son nulas por su efecto neutro y reducen un 50% las emisiones acústicas.
Compromiso con la sosteniblidad y el Medio Ambiente
En la apuesta por la movilidad sostenible, la Comunidad de Madrid viene ofreciendo ayudas, por ejemplo, para la adquisición de nuevos taxis (2 millones de euros de presupuesto en 2019) o vehículos comerciales ligeros (1 millón de euros de presupuesto en 2019) más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
Además, dentro de su Plan Estratégico 2018-2030, Canal de Isabel II cuenta con una línea estratégica dedicada a impulsar la calidad ambiental y la eficiencia energética. La empresa pública pone un especial énfasis en el control y reducción del consumo mediante la eficiencia energética, la generación de electricidad mediante fuentes renovables y cogeneración, así como la reducción, revalorización y reutilización de los residuos generados durante su actividad.