- Este lunes, 15 de julio, a las 09:00 horas, la temperatura en la escuela infantil El Trébol de Puente de Vallecas alcanzaba 27 ºC, la máxima legal permitida.
- El sindicato recibe alertas de centros donde trabajadores y alumnado han sufrido problemas de salud debido al excesivo calor.
- El pasado 27 de junio, CCOO denunció a la Consejería de Educación por incumplimiento en materia de Prevención de Riesgos Laborales.
Las olas de calor que se suceden en Madrid desde el pasado mes de junio están causando estragos en las escuelas infantiles de la región sin que la Consejería de Educación haya tomado hasta el momento ningún tipo de medida, según han denunciado desde el sindicato CCOO.
Desde CCOO de Madrid exponen que se reciben cada día quejas por el insoportable calor que tanto el personal como el alumnado de estos centros están soportando. Una de estas quejas ha llegado desde la escuela infantil El Trébol, de Puente de Vallecas, donde al menos un bebé y una trabajora podrían haber sufrido alguna incidencia por las altas temperaturas que soportan en el interior de dicho equipamiento.
CCOO se ha personado allí este lunes para verificar los hechos y ha comprobado que a las nueve de la mañana la temperatura era ya de 27 ºC, la máxima permitida según el RD 486/1997.
A continuación, representantes de CCOO han acudido a la Inspección Provincial de Trabajo para interesarse por la situación de la denuncia que interpuso el pasado 27 de junio contra la Consejería de Educación e Investigación de la Comunidad de Madrid por incumplimiento en materia de Prevención de Riesgos Laborales y para solicitar que se actúe por la vía de urgencia.
La secretaria general de la Federación de Enseñanza de Madrid ha criticado “la falta de interés que lleva demostrando la Consejería durante los últimos años”, y ha advertido del “daño que las altas temperaturas pueden ocasionar sobre la salud de los trabajadores y usuarios, y que pueden tener consecuencias nefastas”.
En la región hay 500 escuelas infantiles en la Red Pública y alrededor de mil privadas. Imparten su docencia hasta último día del mes de julio y su alumnado es el colectivo más sensible, dada su corta edad. “No sólo es un problema de salud laboral sino que también lo es de salud pública”, avisa Galvín.