El acusado, de 23 años, de nacionalidad ecuatoriana y con antecedentes por robo con violencia, se ha reconocido responsable de cinco violaciones de jóvenes en las inmediaciones de la parada de Metro de Opañel, en el distrito madrileño de Carabanchel.
La Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Anthony Fernando V. S. a diecinueve años y medio de prisión tras haberse reconocido responsable de cinco violaciones de jóvenes en las inmediaciones de la parada de Metro de Opañel (Madrid), durante el año 2017.
Además, en el fallo también se le impone diez años de libertad vigilada, así como tratamiento de reinserción, junto con la prohibición de residir en el barrio de Carabanchel durante la próxima década.
Tampoco podrá aproximarse a sus víctimas a una distancia no inferior a 500 metros o de comunicarse con ellas por cualquier medio por un tiempo de diez años superior al de duración de las penas de prisión impuestas.
La primera de las agresiones se produjo el 26 de febrero del 2017 y tuvo como víctima a una joven de 20 años. El condenado la siguió por la calle tras verla desde la boca del Metro de Opañel. La abordó, robándola 20 euros y el teléfono móvil, y posteriormente la empujó contra un coche y la forzó sexualmente.
La segunda de las agresiones se produjo también el 26 de febrero del 2017, a las 8 de la tarde y en la misma zona. La víctima fue una niña de 16 años a la que cogió del cuello, la inmovilizó por asfixia, y tras robarla el teléfono móvil y las llaves que portaba, intentó violarla, aunque sin conseguirlo.
La tercera de las agresiones se produjo el 5 de marzo del 2017, minutos antes de las 2 de la madrugada. El agresor agarró por el cuello a una chica de 18 años que pasaba por las inmediaciones del Metro de Opañel, la dio avrias bofetadas en la cara, la tiró al suelo y la puso un pie sobre la cabeza. Posteriormente la tocó en sus partes íntimas.
La cuarta agresión se produjo también el 5 de marzo del 2017 antes de las 7 de la mañana, en la misma zona. Allí abordó a una joven de 18 años, la agarró con los brazos y la tocó su zona íntima.
La quinta y última agresión se llevó a cabo el 18 de junio del 2017. El agresor siguió a una niña de 14 años en el Metro de Opañel, la tapó la boca y la agarró por detrás. Posteriormente la tocó la zona vaginal y la robó el teléfono móvil.
Según la sentencia, el procesado era adicto a la cocaína y el hachís, por lo que tenía afectadas sus capacidades en el momento de la comisión de los delitos.