Para la Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid el presidente de la comunidad de Madrid, Ángel Garrido, ha pronunciado un «decepcionante» discurso sobre el estado de la región en lo referente a la enseñanza. «El presidente no ha mencionado la desigualdad y los desequilibrios que padecemos en la región ni a modo de balance, ni a la hora de aportar propuestas»critican.
«Aunque Garrido ha señalado datos macroeconómicos muy relevantes sobre la situación de la región, no ha referido ningún compromiso sobre la reversión de los recortes y la recuperación de la inversión en Educación, al menos a los niveles de antes de la crisis porque en la Educación madrileña se mantiene la situación de crisis», exponen desde CCOO.
En este escenario, «resulta muy preocupante que en el discurso del estado de la región, el presidente de la comunidad de Madrid no se haya comprometido a aplicar de manera inmediata las medidas del Gobierno de España para revertir los recortes. Es decir, bajada de ratios, sustitución inmediata de bajas y reducción de horario lectivo de Secundaria y Primaria, porque si los recortes se aplicaron de forma inmediata, la norma estatal que los deroga debe hacerse igual».
En esta línea, para la Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid, «la región no puede seguir fuera de las normas que se regulan desde el Gobierno de España y nos hace iguales a todos los españoles ante el derecho a la Educación».
Para CCOO «es muy llamativo que a unos días de comprobar las obras en los centros educativos en el inicio de curso, el presidente no se haya dignado a mencionar el hecho. Ni siquiera en la multitud de propuestas electoralistas ha incluido un plan de construcciones que implique finalizar las obras de los centros al concluir la legislatura para acabar con la actual nefasta situación y que se puedan iniciar las obras en las zonas que hacen falta centros».
Ante la somera mención del “Acuerdo Sectorial”, la Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid exige una vez más su cumplimiento porque “las cifras que ha aportado el presidente son de fantasía y no aparecen los profesores a los que se refiere”, como explica Isabel Galvín, secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid.
«Tampoco Garrido ha apuntado nada sobre el plan de reconocimiento del profesorado y personal educativo, que pasa por la homologación retributiva con el resto del estado dado que el profesorado de Madrid está entre los que menos cobran de España».
Isabel Galvín ha mostrado su preocupación ante “el intento del PP de consolidar los regalos fiscales a las familias más ricas de la región en un intento de perpetuar una redistribución a la inversa, dando más a quien más tiene y arrebatándoselo a las clases menos favorecidas, lo que va a suponer mantener las carencias y desigualdades en Educación”. Así, el PP «no preve nada sobre gratuidad de material escolar y libros de texto, cuya fracasada ley quedó en “préstamo”. Tampoco ha abundado nada el presidente en acabar con los recortes en materia de becas al comedor y transporte escolar».
Para el sindicato «ante el viento de cola que sopla en la economía madrileña según el presidente de la región, debería ser el momento de acabar con las tasas desde infantil a universidad, pasando por Escuelas de Idiomas y FP porque suponen un repago y un impuesto indirecto a las familias».
«También resulta extremadamente clarificador que Ángel Garrido no se haya referido, ni de pasada, a la Formación Profesional y sin embargo haya destacado el bilingüismo, cuando éste sigue sin evaluar y sin que se realice un plan regional de aprendizaje de lenguas que evite la desigualdad, los desequilibrios y la segregación», añaden.
Para CCOO, «el presidente, más allá de frases grandilocuentes, no ha abordado con realismo la situación de la enseñanza pública y fracasos sonados como el cambio de calendario escolar».
En definitiva, a juicio de Isabel Galvín, “el discurso en lo relativo a Educación ha sido de autobombo e inicio de festejos electorales”, e irónicamente ha resaltado “que el reprobado consejero de Educación, Rafael van Grieken, que pone nombre y apellidos a la situación de la enseñanza madrileña, debería preocuparse por la ovación recibida por sus compañeros de bancada. Está científicamente comprobado que cuando en el PP ovacionan a un compañero o compañera, le queda poco para la destitución”.