Simplicidad, belleza, riesgo y proeza física en Fugue/Trampoline fueron los protagonistas este sábado en el mirador del Templo de Debod.
El artista y acróbata del aire Yoann Bourgeois mostró ayer Fugue/Trampoline, una breve e impactante pieza de 8 minutos de duración, que contó con cinco pases durante el largo atardecer del mirador del Templo de Debod, en el distrito madrileño de Moncloa-Aravaca, y cuya exhibición se repite esta tarde, con nuevos pases entre las 20.30 y las 23.30 horas.
Ante la mirada atónita del público asistente, Fugue/Trampoline ofrece su reflexión sobre la ascensión y la caída, la ligereza y la poética del abandono, en una secuencia de danza y acrobacia donde el cuerpo juega a quedar suspendido en el aire.
Un trabajo de cama elástica con una escenografía mínima, sin ornamentos, que ofrece los apoyos básicos para esta tentativa de vuelo y suspensión. Junto a Bourgeois la arpista Laure Brisa interpretando en directo la obra Metamorphosis nº 2, del compositor estadounidense Philip Glass.
Esta pieza de Yoann Bourgeois, en la que el artista reformula su acrobacia en una búsqueda constante de la ingravidez, ha recorrido el mundo presentándose en los lugares y contextos más diversos: desde el Parlamento sueco hasta la playa de Lido para inaugurar la Mostra de Venecia. Veranos de la Villa la trae a Madrid, al marco privilegiado del Templo de Dedob.