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La Fiscalía de Madrid pide 3 años de cárcel para un hombre que contrataba chicas de compañía y las estafaba

by Gacetín Madrid

La Sección 30 de la Audiencia Provincial de Madrid celebra este martes, 3 de julio, a las 11:30 horas, y el miércoles, 4, a las 10:00 horas, la vista oral del juicio contra José Antonio S. A. por la presunta comisión de un delito continuado de estafa, por el que se enfrenta a una pena de tres años de cárcel.

Según los escritos de acusación, el procesado, actuando en todo momento con ánimo de obtener un beneficio económico y aparentando una solvencia de la que carecía, entró en contacto con una mujer que se anunciaba en internet como acompañante y la contrató por espacio de una semana por un importe de seis mil euros.

Le dijo que se llamaba Enzo Martorell y que era representante de jugadores de golf y tenistas. Pues bien, no solamente no le abonó esa cifra, sino que con diferentes triquiñuelas, como invitarla a marisquerías de lujo y comprarle alguna joya y hacerle creer que le ingresaba dinero en su cuenta, la convenció para que le acompañara en un negocio de venta de vehículos de lujo, para lo que tenía que aportar una cantidad próxima a los quince mil euros. Para ganarse su confianza, cosa que logró, le convenció de que le había comprado un coche, que tampoco abonó en el concesionario. Con el coche se quedó él, como paso previo a desaparecer.

A continuación, en el mismo coche que se había llevado del concesionario sin abonarlo, se desplazó a la costa, donde dijo llamarse Stefano Meli. Allí alquiló una embarcación de 72 pies por importe de 14.520 euros, pago que supuestamente realizó mediante una transferencia que nunca llegó a producirse.

A uno de los tripulantes de la embarcación le dijo que quería alquilar un Hammer y quería que él fuese el conductor, servicio por el que le ofreció 800 euros. Pero también le dijo que como en realidad lo iba a conducir él, necesitaba que el alquiler fuera a su nombre y que pusiera su tarjeta de crédito en calidad de depósito.

El tripulante abonó los 800 euros del alquiler en la confianza de que el procesado se los devolvería, dado que le aseguró que ya había hecho una transferencia por importe de 2.400 euros, y cuyo comprobante le mostró: esa cantidad correspondía al alquiler del Hammer, a los 800 euros del conductor y a otros 600 que le pidió a continuación que le adelantara de su propio bolsillo, porque ya había gastado ese día los tres mil que le facilitaba el cajero y necesitaba hacer frente a unos pagos. El tripulante también le dio ese dinero. De todo esto no ha pagado nada.

Un par de días después, contrató a otra acompañante, en esta ocasión por 9.000 euros. Con las mismas artimañas, estuvo con ella sin abonarle el importe del servicio. Ese mismo día, contrató un servicio de cáterin en la embarcación para los cuatro días siguientes, por valor de 2.400 euros. Y el día 19, le pidió a la misma empresa otro servicio de catering en una casa que había alquilado en Cala Bassa.

Repitió el mismo modo de actuación en un local de chicas de compañía en Ibiza, donde contrató los servicios de dos mujeres por 6.800 euros y el alquiler de otra vivienda en Es Cala.

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