La Comunidad de Madrid pone en marcha un nuevo sistema de gestión inteligente de ventilación que garantiza las condiciones deseadas de confort y salubridad de los usuarios de Metro de Madrid.
Esta iniciativa, que ha supuesto una inversión de 1,14 millones, ha sido presentada por la consejera en funciones de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Rosalía Gonzalo en la estación de Pinar de Chamartín, donde está este Gestor Inteligente de Ventilación (GIV).
El GIV es un sistema de inteligencia artificial que implementa un algoritmo adaptativo y que permite controlar de forma individualizada cada ventilador, teniendo en cuenta diversos criterios y variables, como las características técnicas de los trenes que circulan por la red, el número de viajeros, la temperatura del aire o las tarifas eléctricas.
Desde primeros del mes de noviembre, este sistema se encuentra funcionando en modo dinámico, permitiendo controlar la totalidad de la instalación de ventilación de la red de explotación de Metro de Madrid, formada por 891 ventiladores ubicados en 629 pozos.
Las ventajas de este nuevo modelo
El nuevo modelo de gestión de la ventilación permite optimizar el funcionamiento de los equipos de ventilación, permitiendo una mejor monitorización y control remoto del sistema, además de automatizar los procesos y facilitar su mantenimiento. De cara al viajero, mejora el confort reduciendo el consumo energético entre un 15 y un 25%.
El ahorro energético obtenido es significativo, dado que las instalaciones de ventilación pueden llegar a suponer el 40 % del consumo energético de las estaciones, permitiendo reducir la emisión de CO2 en 93 toneladas al año. Esta iniciativa se suma a otras que ha implantado Metro para favorecer el ahorro energético, como la optimización del modelo de propulsión del material móvil, que optimiza el consumo energético, o la sustitución de la iluminación en las estaciones y en el material móvil por lámparas de tecnología LED.
Son parte de las 12 medidas que se incluyen en el Plan de Ahorro Energético y que se articulan en torno a tres ámbitos distintos: la tracción del material móvil; la iluminación, en la que se han sustituido todas las luminarias tanto de estaciones como de trenes por tecnología LED; y el confort, en el que se incluye la ventilación.