Las reservas de agua almacenadas en los 14 embalses gestionados por el Canal de Isabel II han cerrado el mes de marzo en el 73,4 % de su capacidad total, gracias al marzo más lluvioso de los últimos 27 años, un porcentaje notablemente más alto al registrado un mes atrás pero que aún se encuentra 1,7 puntos por debajo de la media registrada para estas fechas durante los últimos 20 años. Hace un año, los embalses superaban el 82% de su capacidad máxima.
Así pues, y a pesar de que los datos continúan siendo ligeramente inferiores a la media histórica, la situación ha cambiado radicalmente en este mes de marzo, uno de los más lluviosos desde que se tienen datos. Al arrancar el mes, la diferencia en cuanto a porcentaje de agua en los embalses del Canal de Isabel II con respecto a la media era de un 18,4%, ya que los embalses se encontraban al 50,6% de su capacidad máxima.
Las intensas lluvias que se registraron desde finales de febrero hasta mediados de marzo son las principales responsables de este notable aumento de las aportaciones. Como ejemplo, mientras que el caudal entrante al conjunto de embalses era de 12 metros cúbicos por segundo el pasado 26 de febrero, el 10 de marzo se registró un dato de 269 metros cúbicos por segundo, el máximo caudal aportado en lo que va de año hidrológico.
Garantía de abastecimiento
A pesar de que la situación hidrológica ha cambiado drásticamente en el último mes, en línea con la línea 1 de su Plan Estratégico, para la garantía del abastecimiento a la población, el Canal de Isabel II mantiene una campaña informativa para que la ciudadanía modere su consumo, dado que se desconoce cómo se comportará el régimen de lluvias durante esta primavera y puesto que se debe hacer un uso todavía más eficiente del agua.
Desde el Canal de Isabel II se recuerda que son los pequeños gestos los que logran reducir el consumo en los hogares, como cerrar el grifo al lavarse los dientes (ahorro de 12 litros por minuto); usar la lavadora y el lavavajillas a carga completa (ahorro de 30 litros por uso); o ducharse en lugar de bañarse (ahorro de 150 litros por ducha).