Los museos de Metro de Madrid han recibido en los siete primeros meses del año un total de 54.000 visitas, lo que consolida a los tres museos de la compañía (la Nave de Motores de Pacífico, la antigua estación de Chamberí y el Museo de Caños del Peral, ubicado en la estación de Ópera) como opciones culturales y de ocio de la capital. La previsión es que a final de año se superen las 90.000 visitas, un 15% más que en 2016.
Los tres espacios alcanzan las 2.000 visitantes semanales. Aun así, en determinadas épocas del año, como la Semana Santa, el número de visitantes aumenta considerablemente. En este periodo de 2017, de hecho, se incrementaron las visitas un 87%, alcanzando la cifra de 3.758 desde el lunes 10 hasta el domingo 16 de abril.
Hasta el momento, el espacio que mayor número de visitas ha recibido ha sido la estación de Chamberí, con casi 33.000 visitas en estos siete primeros meses del año, seguida del Museo de Caños del Peral, con casi 15.000, y la Nave de Motores, que supera las 6.000.
Los museos de Metro de Madrid
La Nave de Motores de Pacífico, que fue construida entre 1922 y 1923 e inaugurada en 1924, estuvo en funcionamiento hasta el año 1972. El edificio destaca por la claridad de su concepción, la atención al detalle y la buena ejecución. Las obras de conservación devolvieron su aspecto original a la nave, tanto exterior como interiormente, con lo que la central se recuperó para el público tal y como fue concebida.
La antigua estación de Chamberí pertenece a la primera línea de Metro, que fue inaugurada en Madrid en 1919. Se clausuró el 21 de mayo de 1966 tras la decisión de aumentar la longitud de los trenes y ante la imposibilidad de alargar la estación. El diseño, de Antonio Palacios, optó por una solución funcional muy simple en cuanto a recorridos y organización y por unos acabados sencillos. Chamberí cuenta con una serie de carteles publicitarios que se conservan prácticamente tal y como fueron creados en la década de los años 20 y que son uno de los grandes atractivos de la estación.
En cuanto a Ópera, durante la realización de unas obras de implantación de unos ascensores se decidió hacer un museo con los restos de la fuente de los Caños del Peral, el acueducto de Amaniel y el alcantarillado del Arenal. El descubrimiento de estos vestigios se produjo en 1925, durante las obras de construcción del tramo Sol-Quevedo de la Línea 2 y del Ramal Ópera-Norte.
Tras su rehabilitación, la estación de Ópera guarda el mayor museo arqueológico bajo tierra de Madrid, un espacio de 200 metros cuadrados donde se pueden ver restos arqueológicos de los siglos XVI y XVII.
El acceso a todas las sedes de Andén 0 es gratuito. A través de estos centros, el visitante puede conocer el cambio fundamental que Metro supuso para los habitantes de Madrid.