El pasado 20 de abril, en una reunión en la que también participó el concejal de Retiro, Nacho Murgui, representantes de las comunidades de propietarios afectadas por el ruido del tráfico ferroviario en este distrito y de la Asociación Vecinal Los Pinos Retiro Sur llegaron a un acuerdo histórico con Juan Bravo, presidente de ADIF. En el encuentro, el responsable ministerial se comprometió a adoptar las medidas necesarias para reducir el impacto sonoro provocado por los trenes a su paso por los barrios de Adelfas y Pacífico.
Desde hace décadas, la disminución de la contaminación acústica procedente de la actividad ferroviaria aparece como una reivindicación recurrente del vecindario de estas zonas, una demanda que se reactivó en 2015 con la acción de la Asociación Vecinal Los Pinos Retiro Sur. Tras diversas asambleas ciudadanas y después de mantener reuniones con la Junta de Distrito y denunciar públicamente la situación, la entidad y los vecinos y vecinas afectadas elaboraron un informe con los incumplimientos de la legislación de protección acústica por parte de ADIF, entidad pública con competencias en la materia. En la reunión del 20 de abril, Bravo reconoció estos incumplimientos reflejados en el informe y a continuación adelantó una serie de soluciones satisfactorias para los delegados vecinales.
Así, confirmó el retraso en la revisión de los Mapas Estratégicos de Ruido (MER) y de los Planes de Acción contra el Ruido, que se deben actualizar cada cada cinco años (y llevan cuatro años y un año de demora, respectivamente), asegurando que en estos momentos se están redactando los nuevos MER y los nuevos planes de ruido, de tal forma que pronto se abrirá un periodo de información pública. En este marco, el directivo de ADIF informó de la ejecución del proyecto de desdoblamiento de la línea Atocha-Torrejón de Velasco, que afecta a la zona de Retiro, y de la elaboración de un estudio específico de ruido basado en mediciones reales y no en modelos, como ocurre con los MER, lo que seguro aportará niveles de ruido superiores, más acordes con la realidad.
Sobre las dos pantallas antirruido para el barrio de Adelfas aprobadas por ADIF pero pendientes de construcción desde 2011, el responsable gubernamental justificó su retraso por un conflicto con la empresa encargada de su colocación, con la que se ha iniciado un proceso de rescisión de contrato. Hasta que esto no se resuelva no podrán ejecutarse las obras previstas, lo que implica un demora de entre seis y ocho nuevos meses. Pero, más allá de este hecho, lo más importante es que Bravo se comprometió a instalar pantallas en la totalidad de la vía que recorre los barrios de Pacífico y Adelfas, tal y como demandaba la asociación vecinal.
En la misma línea, el responsable de ADIF se mostró de acuerdo con la reivindicación vecinal de no limitar las acciones al apantallamiento e incluir medidas en el foco del ruido, las propias vías. Así, tras reconocer el incumplimiento de este tipo de actuaciones procedentes del anterior Plan de Acción, se comprometió a valorarlas, dado que son más eficaces que las pantallas, tanto de cara al nuevo Plan de Acción como en el estudio por el desdoblamiento de la línea de Torrejón de Velasco.
Por otro lado, ADIF aceptó poner en conocimiento del vecindario el calendario de algunas actividades de mantenimiento programado de la vía que generan ruido de forma inevitable y que, hasta la fecha, se realizan en horario nocturno.
Óscar Bayona, portavoz de la asociación vecinal, subraya que “la única discrepancia que ha manifestado ADIF es sobre el MER específico de la Estación de Atocha, que está pendiente de realización porque consideran que no entra dentro de sus competencias sino que sería el Ayuntamiento el encargado de realizarlo”.
Finalmente, todas las partes acordaron crear una comisión de seguimiento de los compromisos adquiridos en la que participarán representantes vecinales, de ADIF, de la Junta Municipal de Retiro y de los grupos políticos que no forman parte del Gobierno municipal.
Tal y como resalta el citado informe elaborado por la asociación del barrio afectado, “los vecinos y vecinas de la zona vienen denunciando públicamente este problema desde hace décadas, y dirigiéndose a las administraciones y a la empresa responsable (RENFE, actualmente ADIF) para que se tomen medidas para reducir y controlar el ruido”. “El vecindario de las fincas afectadas” se queja sobre todo de las molestias que provocan los “trenes de cercanías, especialmente los de dos pisos, a diferencia de los de alta velocidad que son significativamente más silenciosos”, aunque resulta también especialmente molesto el ruido procedente “de las actividades de mantenimiento de las vías, labores que se realizan en horario nocturno (..) Nos consta que ya en 2006 los presidentes de las comunidades de propietarios afectadas remitieron una carta a RENFE en este sentido”.