- El movimiento asociativo considera que los recursos públicos deben destinarse a fomentar la educación inclusiva y no a la construcción de nuevas infraestructuras de educación especial.
- El número de alumnos en educación especial ha crecido al menos un 22% desde la ratificación por España de la Convención Internacional de derechos de las personas con discapacidad de la ONU.
- La puesta en marcha de un EOEP (Equipo de Orientación Específica Psicopedagógico) especializado en discapacidad intelectual y la libre elección de centro por parte de los padres, otras demandas importantes del colectivo.
Plena Inclusión Madrid (Federación de organizaciones en favor de personas con discapacidad intelectual o del desarrollo) ha pedido a las Administraciones Públicas que inviertan sus recursos económicos en el fomento de la educación inclusiva y no en la construcción de nuevas infraestructuras públicas destinadas a la educación especial.
El movimiento asociativo considera que la construcción de nuevas infraestructuras públicas de educación especial «debe ser una línea roja. Si de verdad se quiere apostar por la inclusión educativa de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, es preciso que los recursos económicos existentes se destinen a apoyar acciones que apunten en esa dirección y no a la construcción de nuevos centros de educación especial, más allá de mejorar los ya existentes».
Para Plena Inclusión Madrid, la Convención Internacional de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad, ratificada por España en 2008, «es un mandato al que hay que dar cumplimiento, y en el que claramente se indica, en su artículo 24, que los Estados deben asegurar un sistema de educación inclusiva».
Durante el tiempo de vigencia de la Convención, se ha producido un incremento de alumnos escolarizados en Centros de Educación Especial del 22 por ciento. Se hace necesario, a juicio de Plena Inclusión Madrid, que la red de centros ordinarios cuente con los recursos humanos y materiales necesarios y el conocimiento especializado del sector educativo de la discapacidad para revertir esta situación y que la educación inclusiva sea un éxito y no un camino hacia el fracaso escolar.
En este sentido, el movimiento asociativo indicó que «es fundamental que las familias tengan la oportunidad de elegir libremente en qué centro quieren que su hijo curse los estudios y que esta decisión no puede estar condicionada por la actual escasez de recursos para la inclusión de alumnos con discapacidad en el sistema educativo ordinario».
Asimismo, el movimiento asociativo recordó que «es fundamental reforzar los equipos de orientación educativa y psicopedagógica creando la especialización en discapacidad intelectual, actualmente inexistente, con especial atención a las personas con inteligencia límite o deteriores cognitivos leves, e incrementar los recursos del equipo de orientación específica en personas con TEA».
A juicio de Plena Inclusión Madrid «es preciso generar alternativas que favorezcan la participación real de los alumnos con necesidades de apoyo educativo en los colegios ordinarios como las aulas estables, la educación combinada u otros modelos que favorezcan la inclusión educativa. Para que haya inclusión es imprescindible que exista presencia, aprendizaje y participación, y eso es muy difícil conseguirlo en un entorno segregado. Existen ya experiencias positivas y es en esa dirección hacia la que hay que apuntar si de verdad queremos apostar por la inclusión en la educación».
La Federación también ha querido destacar «el problema de la actual legislación educativa cuyas lagunas generan exclusión, dándose situaciones en las que alumnos con necesidad de apoyo educativo, tras cursar estudios de primaria y ESO han de salir del sistema ordinario porque no hay ningún centro educativo en el que el alumno pueda seguir cursando Bachillerato o ESO con los apoyos que necesita, condenando a los jóvenes al fracaso escolar».
