De Pavones a Felipe II, directo, en transporte público y en tan solo 19 minutos y 40 segundos. Desde finales de octubre esto es posible gracias a la nueva línea exprés E4 de la Empresa Municipal de Transportes.
La delegada del Área de Medio Ambiente y Movilidad y presidenta de la EMT, Inés Sabanés; el concejal de la Junta Municipal de Moratalaz, Pablo Carmona; y el gerente de la EMT, Álvaro Fernández Heredia, lo han podido comprobar esta mañana en el ‘Desafío Modal’ organizado por la empresa municipal.
Este ‘Desafío Modal’ ha consistido en comparar los tiempos de viaje que hay que emplear para viajar entre los intercambiadores de Pavones y Felipe II usando diferente modos de transporte: el bus exprés E4, la línea 30 de la EMT, el metro, el coche privado y la bicicleta. El reto no ha consistido en una competición con un ganador, sino en una carrera para poner de relieve la eficacia de las líneas exprés de autobús que, utilizando la plataforma reservada de O’Donnell, pueden conectar los distritos periféricos del Este de la ciudad con el centro en un tiempo muy competitivo. De hecho, el lema de este desafío ha sido “No se trata de ganar, sino de convencer”.
La carrera ha comenzado a las 9:15 horas en Pavones. Cada usuario ha tomado una opción. La viajera que optó por la línea E4 ha llegado 20 minutos después a Felipe II, a las 9:35 horas; algo después, a las 9:47 horas ha llegado el ciclista que ha invertido 32 minutos. A las 9:51 horas, 36 minutos después de la salida, ha llegado la viajera que eligió el Metro. El conductor del vehículo privado tardó 38 minutos, porque además de sortear el denso tráfico tuvo que buscar aparcamiento. La opción más lenta, casi 51 minutos, fue la de la usuaria que se subió a la línea 30 de autobús, que cubre un servicio local con muchas paradas a lo largo del distrito de Moratalaz.
El autobús exprés no solo es una opción competitiva en tiempo y rapidez con medios tradicionalmente más rápidos (como metro o bici) sino que lo es también en términos de coste y de impacto medioambiental.
Algunos datos de la Unión Internacional de Transportes Públicos (UITP) que ponen de relieve este extremo son los siguientes: para transportar 50.000 personas por hora y sentido en coches, se necesitaría una avenida cinco veces más ancha que para hacerlo en autobús. La eficiencia energética de un pasajero por kilómetro recorrido en bici es 35 veces superior a la del que lo hace en coche. En autobús convencional es 2,4 veces superior al coche. Y en cuanto a las emisiones de CO2, el coche multiplica, de media, por 2,3 el impacto medioambiental del autobús y por 200 el de la bicicleta.
La delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, ha valorado muy positivamente esta experiencia porque “demuestra que el transporte público en superficie puede prestar un servicio competitivo, rápido y muy importante para conectar barrios y para comunicar entre sí de una forma ágil zonas de interés para los ciudadanos (hospitales, áreas comerciales e intercambiadores de transporte)”.
Al término del desafío, el gerente de la EMT, Álvaro Fernández Heredia, ha destacado que “la línea exprés ha demostrado, con este reto realizado hoy, que el autobús también es un modo de transporte competitivo, rápido y eficaz. La prueba es que ya son más de 4.000 vecinos de Moratalaz los que usan diariamente esta línea”. Fernández Heredia ha señalado que «la eficacia de estas líneas se basa en estrategias viarias de creación de plataformas reservadas y exclusivas (como la de la prolongación de O’Donnell) que permitan aumentan la velocidad comercial y la regularidad de las líneas de la EMT». El gerente ha anunciado que la EMT estudiará con el Consorcio Regional de Transportes (CRTM) la creación de nuevos corredores exprés de este tipo pues suponen «una magnifica alternativa de movilidad en la ciudad».
Por su parte, el concejal de Moratalaz, Pablo Carmona, ha dicho que esta línea exprés “es una antigua reivindicación vecinal que ahora se ha hecho realidad y que viene a satisfacer importantes necesidades de movilidad y transporte público del distrito”.
Cuarta línea exprés de la EMT
La línea exprés E4 (Felipe II-Pavones), que conecta el intercambiador de Pavones (en el distrito de Moratalaz), el Hospital Gregorio Marañón y Felipe II, utiliza, como ya lo vienen haciendo las líneas exprés E2 y E3, la plataforma reservada de O’Donnell para facilitar una conexión rápida y con pocas paradas entre los barrios de Pavones y Horcajo y los mencionados equipamientos sanitarios, de transporte y comerciales.
La ruta E4 parte del área intermodal de Pavones (donde conecta con la línea 9 de Metro y con las líneas 8, 20, 30, 32, 140, 142 y 144 de EMT) para incorporarse a la avenida de Fuente Carrantona hasta entroncar con la prolongación de la calle O’Donnell. A través de la plataforma exclusiva para transporte público existente en esta vía, la línea E4 continúa por las calles de O’Donnell y de Narváez hasta la plaza de Felipe II. Allí establece su cabecera en la calle Goya (semiesquina a las calles Alcalá y Narváez). La ruta de vuelta se realiza por las calles de Goya y Doctor Esquerdo hasta llegar al cruce con O’Donnell donde retoma el mismo camino que a la ida hasta Pavones.
La línea E4 solo realiza en su trayecto seis paradas por sentido. En día laborable y horas punta presta servicio con un intervalo de 8-9 minutos y realiza su itinerario entre ambas cabeceras, en condiciones normales de tráfico, en 20 minutos.
Con esta línea E4, la EMT ha retomado su programa de líneas exprés iniciado en 2008 con la puesta en funcionamiento de la línea E1 (Atocha-Plaza Elíptica) y continuado en 2009 con las líneas E2 (Felipe II-Las Rosas) y E3 (Felipe II-Puerta de Arganda).
En sus dos primeros meses de funcionamiento (noviembre y diciembre de 2016), la E4 ha transportado más de 158.000 usuarios. Por su parte, en 2016, las cuatro líneas exprés de la EMT transportaron 5,2 millones de viajeros, destacando entre ellas la E3 que movió 2,8 millones de usuarios.