El consejero de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio, Jaime González Taboada, ha visitado la parcela que resultó quemada tras el incendio que se originó el pasado mes de mayo en el vertedero de neumáticos de Seseña. Una visita que coincide con el inicio de los trabajos para la retirada de la ceniza, la última fase para dejar completamente limpia la parte madrileña del vertedero afectado por las llamas.
El inicio de estos trabajos es posible una vez que se han obtenido los resultados de los informes técnicos encargados por la Comunidad de Madrid, que determinan que las cenizas son un residuo no peligroso. De acuerdo con estos resultados, las cenizas serán transportadas por camiones con bañeras cerradas y depositados en las instalaciones de dos gestores de residuos que reúnen todos los permisos y condiciones técnicas para su tratamiento. Se trata de las plantas Tradebe, en el término madrileño de Valdilecha, y Renovés, en el municipio toledano de Novés.
Se estima que a finales de año toda la superficie madrileña habrá quedado totalmente limpia de residuos, y para ello la empresa pública TRAGSA trabajará en la zona retirando una media de 40 camiones de ceniza cada día hasta completar las 15.000 toneladas de este residuo que se calcula hay en el terreno. Para facilitar el trabajo, se han habilitado previamente en la superficie quemada, unos caminos de zahorra que facilitarán la movilidad de los camiones y el transporte de las cenizas.
Esta segunda fase se inicia una vez retirada toda la ferralla que quedó depositada en la zona tras el incendio, en total cerca de 1.500 toneladas de metal que quedaron eliminadas a finales del mes de agosto. En una fase posterior y una vez retirados todos los residuos se realizará el estudio del suelo para llevar a cabo las actuaciones de restauración pertinentes. Será entonces cuando se den por terminados definitivamente los trabajos en la zona quemada.