Según informa El País, la crisis interna que atraviesa la dirección de Podemos en la Comunidad de Madrid ha obligado a la formación a convocar un congreso extraordinario. El partido tiene previsto celebrar en otoño una asamblea ciudadana para renovar la organización y dirimir las disputas que estallaron el pasado mes de marzo con una cascada de dimisiones. Las tensiones que vivía la cúpula autonómica se precipitaron por el pulso entre el líder regional y cofundador de Podemos, Luis Alegre, muy cercano a Pablo Iglesias, y un grupo de cargos afines a Íñigo Errejón. Ese choque se zanjó de forma traumática e Iglesias, en pleno proceso de negociaciones con el PSOE, destituyó a Sergio Pascual, secretario de Organización nacional, por considerarle corresponsable de esa crisis.
El cese no solucionó los problemas en la Comunidad de Madrid. Alegre puso en marcha algunos cambios de carácter organizativo, pero el pasado martes el consejo ciudadano autonómico debatió finalmente la propuesta de convocatoria de un congreso extraordinario. Las actas de la reunión recogen el plan para los próximos meses: “Se comparte la necesidad de empezar el nuevo ciclo con una asamblea ciudadana para abordar en común los nuevos retos y se abre discusión sobre los plazos, procedimientos y principios de la convocatoria. Se fija la convocatoria de la asamblea ciudadana para el próximo otoño y una convocatoria monográfica del consejo ciudadano autonómico para el 5 de septiembre, donde poder definir los detalles de la misma”.
Pugna entre corrientes
La dirección nacional de Podemos optó la semana pasada por aparcar el debate sobre su congreso nacional y retrasarlo hasta 2017. Era una forma de enterrar las hachas de guerra entre los distintos sectores, los partidarios de las tesis de Iglesias y los afines a Errejón. Pero lo que suceda antes y durante el cónclave autonómico de Madrid, las discusiones sobre el proyecto político y los pulsos entre facciones, puede ser un ensayo general de la asamblea estatal.
Fuentes del consejo ciudadano de Podemos en la Comunidad de Madrid consultadas por EL PAÍS hacen hincapié en la importancia de la cita para “abrir debates” con las bases y decidir el modelo de organización o la función de los círculos. En cualquier caso, todo debate estará relacionado también con el liderazgo y con el hipotético relevo de Alegre a través de unas primarias. El cofundador del partido, profesor de Filosofía en la Universidad Complutense, recibió críticas desde su elección, en febrero de 2015, por el sector del partido que finalmente decidió abandonar la dirección.
Alegre es miembro de la ejecutiva de Podemos, pero ha mantenido su vínculo con la Universidad y su perfil público como portavoz es escaso en comparación con el de otros dirigentes. Todo depende de si finalmente opta por dar un paso atrás, como se sugiere en las filas de Podemos, y de si los cargos más próximos a Iglesias y los fieles a Errejón están dispuestos a escenificar una batalla que, como se vio durante la crisis del pasado marzo, puede repercutir en la cúpula nacional. Por el momento, en las filas de la formación se escuchan especulaciones. En cualquier caso, todos son conscientes de que el control de la dirección madrileña es crucial para cualquier partido. Y Pablo Iglesias no puede permitirse, antes de un congreso nacional, ceder cuotas de poder.
Fuente: El País