El Grupo Municipal Socialista ha expresado su “preocupación” por la gestión que está realizando la Comunidad de Madrid ante el cierre de la línea 1 de metro. Junto a las quejas ciudadanas por la carencia de información y alternativas a este cierre de una de las principales líneas de metro de la ciudad, se ha detectado un importante incremento del tráfico rodado, lo que viene a complicar la delicada situación de la calidad del aire en Madrid “con la mayoría de las estaciones medidoras en nivel amarillo por sus altas mediciones de contaminación, especialmente de Ozono y de partículas en suspensión”, ha señalado el concejal socialista José Manuel Dávila.
Igualmente, el portavoz de movilidad socialista ha expresado su preocupación por la situación que se puede crear en agosto cuando, el cierre de la línea 1, coincidirá con la clausura temporal del corredor ferroviario de Recoletos, por obras de mantenimiento y mejora. Dávila ha asegurado que “esta acumulación de suspensiones de servicio y cierres de líneas vuelve a poner de manifiesto la improvisación y la escasa sensibilidad para con los madrileños que está mostrando la Comunidad. La situación en agosto puede ser verdaderamente preocupante”.
En el Grupo Municipal Socialista se han recogido abundantes denuncias ciudadanas sobre la carencia de información que han padecido: “muchos vecinos y vecinas se han sentido abandonados a las puertas cerradas del metro, con una señalización deficiente de las nuevas paradas de la EMT. Hoy llegar al trabajo desde Vallecas ha sido una carrera de obstáculos”, ha lamentado el concejal.
Esta falta de información tiene una repercusión notable en los numerosos turistas que visitan Madrid en estos meses de verano. Ni Ayuntamiento ni Comunidad han organizado ningún dispositivo de información para este colectivo para los que el metro de Madrid sigue funcionando, teóricamente, sin cortes en las diferentes aplicaciones informativas habitualmente empleados por los turistas.
Degradación ambiental
Finalmente, Dávila ha expresado su preocupación por la repercusión que estos cortes en el transporte público van a tener en la calidad del aire de Madrid. El incremento de tráfico rodado, especialmente de vehículos particulares “puede provocar que los índices de contaminación, ahora en niveles preocupantes, se disparen y sea preciso aplicar el protocolo de restricción del tráfico por contaminación. Si eso ocurriese, estaríamos al borde de la ‘tormenta perfecta´, del colapso en la movilidad de la ciudad”, ha alertado Dávila.