El Ayuntamiento de Madrid esperará a conocer el informe final de la Cámara de Cuentas sobre Madrid Calle 30 (M-30) para seguir las recomendaciones del órgano fiscalizador y, en caso necesario, modificar el modelo mercantil de explotación de la actual empresa mixta. Entre tanto, se asume la responsabilidad de revisar la gestión y solicitar los cambios oportunos. El consejo de administración de Madrid Calle 30, que se celebra hoy (martes 26 de abril), abordará uno de los primeros indicios detectados: la duplicidad en el pago de los servicios de limpieza.
La oferta inicial presentada en 2005 por la Empresa de Mantenimiento y Explotación S.A. (EMESA), el socio privado de Madrid Calle 30 (M-30), contemplaba, y por tanto recogía en la factura, los servicios de limpieza. Y también hacía referencia a la posibilidad de que se produjese un incremento en la frecuencia de limpieza para atender al cumplimiento de los estándares de calidad establecidos.
Sin embargo, el contrato modificado de 2007 incluyó una partida adicional referida, de nuevo, a la limpieza. Este monto añadido se justificaba con un aumento de las limpiezas periódicas de arcenes, zonas ajardinadas, puentes, luminarias, semáforos y paneles de mensajes. Se registran, por tanto, dos partidas dedicadas al mismo objetivo, la limpieza, lo cual ha supuesto que desde 2007 hasta 2015 Madrid Calle 30 (M-30) pueda haber pagado 2 827 224 euros de más. Si no se cambian las condiciones del contrato, se podría llegar al pago de 11 858 610,49 euros adicionales.
El concejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, ha explicado la necesidad de estudiar por qué se registra esa supuesta duplicidad durante el Pleno Ordinario de hoy. La cuestión, junto a otros indicios de posibles malas prácticas, se tratará también en el consejo de administración de Madrid Calle 30 (M-30)que se celebra al término de la sesión plenaria.
Anteproyecto de la Cámara de Cuentas
El Gobierno municipal esperará a recibir el informe definitivo de la Cámara de Cuentas relativo a Madrid Calle 30 (M-30) antes de explorar posibilidades de aplicar las recomendaciones del órgano.
El anteproyecto del informe, dado a conocer la pasada semana, concluye que la M-30 es una vía pública que no tiene contenido económico susceptible de ser explotado por empresarios particulares, por lo que la gestión indirecta en la modalidad de empresa mixta que se llevó a cabo podría haber eludido la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas. Apunta también que el modelo económico diseñado se basa en garantizar la rentabilidad y la remuneración del socio privado.
A su vez, insta a la Sociedad Madrid Calle 30 (M-30) y a sus socios privados a considerar, junto al Ayuntamiento de Madrid, la conveniencia de revisar el modelo de gestión actual con el fin de adecuar el coste de oportunidad y minimizar los costes al erario municipal y, consecuentemente, a los ciudadanos. Propone, además, hacerlo a través de una subrogación al Ayuntamiento de Madrid o al órgano que se constituya para suceder a Madrid Calle 30 (M-30).
La sociedad mixta Madrid Calle 30 (M-30) ha desembolsado entre 2005 y 2015 unos 554 millones de euros en concepto de pago de impuestos, intereses de deuda subordinada y dividendos repartidos al socio privado. Madrid Calle 30 está participada por el Ayuntamiento en un 80 % del capital y por un socio privado con el 20 % restante. La compañía privada EMESA está formada por Ferrovial Servicios S.A., Dragados S.A. y API Conservación S.A.