Diez años después de la aprobación de la Ley contra la Violencia de Género, ayer se presentaba en el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid el libro sobre “Género y Violencia” que contó con la participación de las autoras Elena Martínez y Susana Gisbert, la diputada y secretaria de la Junta, Carmen Pérez Andújar, y la editora de Tirant lo Blanch, María José Gálvez Salvador.
“Nadie es ajeno a la realidad que supone la violencia de género”, comenzó diciendo la diputada en sus palabras de presentación. Dados los múltiples casos que vivimos casi cada semana, donde reside la “importancia de esta obra es en hacer hincapié en lo que aún hace falta para lograr transformar la cultura patriarcal que sustenta esta práctica”.
Gálvez, editora del libro, apuntó que el factor diferenciador de esta obra es “el momento de balance en el que ha nacido, diferente de todo lo que se ha hecho, y que busca ver qué se ha hecho y bien, y qué queda por hacer”. Y todo ello “desde la realidad de una académica y una fiscal, lo que aporta ese plus de realidad a la obra”.
Las aludidas, las dos autoras, se mostraron de acuerdo en que “no hay que hacerle grandes reformas a la Ley, lo que hay que hacer es desarrollarla”.
En el ámbito judicial, hace diez años “se le dio un mandato a los jueces para que fueran especialmente punitivos en esta materia”, dijo Martínez. Es por ello “que no se permite la mediación o la proporcionalidad en las ordenes de alejamiento aplicadas”.
Por su parte, Gisbert se mostró convencida de que “si no actuamos todos juntos, abogados, jueces, fiscales y el resto de operadores jurídicos, nunca conseguiremos el objetivo” de erradicar la violencia de género.
En su opinión, a partir de ahora “se debe desarrollar la parte no judicial de la Ley, que está atrofiada”. En ésta se incluyen “la educación a menores, la forma de informar sobre noticias de este ámbito, más allá de incluir el 016, así como la autorregulación de la publicidad, todas ellas medidas contempladas, pero no aplicadas, en la norma”.