El Servicio de Urgencias del Hospital Universitario La Paz está sufriendo una «saturación creciente», según denuncia la sección sindical de CSIT UNIÓN PROFESIONAL en el centro. El repunte de la Gripe A y otras infecciones estacionales ha provocado que numerosos pacientes «estén siendo atendidos en pasillos, sillones e incluso sillas» y lleguen a permanecer en esa situación por «más de 24 horas».
El sindicato advierte que la falta de espacio está llevando a situaciones de «hacinamiento», con distancias entre camillas que «en muchos casos no alcanzan los 30 centímetros», lejos de las recomendaciones de seguridad. Este escenario «deteriora la calidad asistencial» y genera un nivel de sobreocupación que consideran «inadmisible».
«Falta de previsión» y «embudo asistencial»
La central sindical critica la «incapacidad» de la Dirección para gestionar la crisis y asegura que los planes de contingencia se activan «demasiado tarde», a pesar de haber solicitado formalmente el Plan de Invierno dos semanas antes.
Aunque se ha avanzado su activación, los refuerzos son «claramente insuficientes». Según el sindicato, solo cinco enfermeras se han incorporado, y no se ha reforzado ninguna otra categoría esencial (médicos, TCAEs, técnicos o celadores). Sin derivaciones efectivas a otros centros, el Hospital La Paz se convierte en un auténtico «embudo asistencial».
Problema estructural de «más de dos décadas»
CSIT UNIÓN PROFESIONAL enfatiza que la causa principal no es solo la gripe, sino la «falta de inversión estructural» en el servicio. La urgencia del hospital «se quedó pequeña para el volumen de pacientes que atiende» hace más de veinte años.
El sindicato explica que la falta de espacio obliga a triplicar la capacidad: salas diseñadas para 24 pacientes «están llegando a asumir hasta 64», mientras que otras previstas para 12 camas «soportan 28».
Ante esta situación, el sindicato exige a la Administración la adopción de medidas «urgentes», que pasan por «reforzar de forma real las plantillas, revisar el Plan de Invierno y acometer sin más demora la inversión estructural» que el servicio necesita para garantizar la seguridad de los pacientes y las condiciones de trabajo de los profesionales.

