Agentes de la Policía Nacional se han visto obligados a hacer uso de sus armas de fuego en el distrito madrileño de Puente de Vallecas tras un complejo operativo antiterrorista en el que un joven de 18 años se abalanzó con un cuchillo contra los uniformados.
El suceso tuvo lugar esta tarde de sábado, 22 de noviembre, en una vivienda de la calle Peña de Atalaya, número 69, y fuentes de la Policía Nacional confirmaron posteriormente que el incidente fue clasificado como un ataque yihadista perpetrado por un «lobo solitario».
El sujeto, de origen magrebí y con nacionalidad española, fue alcanzado por varios disparos durante la intervención y trasladado a un centro hospitalario, donde permanece ingresado en calidad de herido.
Intervención de élite tras amenazas y gritos
La alta peligrosidad de la situación forzó el despliegue de las Unidades de Intervención Policial (UIP), incluyendo la presencia del Subgrupo Operativo Antiterrorista de Reacción (SOAR), un vehículo equipado con material especializado para este tipo de escenarios. Los agentes accedieron a la vivienda portando escudos de protección y subfusiles MP5, armamento reservado habitualmente para unidades de élite.
Durante el enfrentamiento, el joven se atrincheró en el domicilio, amenazando a los agentes con la intención de «llevárselos con él» y gritando repetidamente ‘Allahu Akbar’ mientras recitaba versos del Corán. Este comportamiento, junto con la agresividad mostrada por el individuo, fue lo que llevó a los actuantes a tratar la intervención como un acto de naturaleza terrorista.
El táser no detuvo al agresor
La alerta se activó alrededor de las 16:45 horas, cuando el hermano del sujeto contactó a los servicios de emergencia, reportando el estado de agresividad del joven y su posesión de un arma blanca de grandes dimensiones.
Patrullas de la Policía Nacional y Municipal acudieron primero al lugar e intentaron reducir al sospechoso sin éxito. Ante la actitud totalmente agresiva y las amenazas de muerte («Os voy a matar»), un agente nacional y otro municipal emplearon sus pistolas táser.
Sin embargo, las descargas eléctricas no lograron inmovilizarlo, una circunstancia que fuentes policiales atribuyen al presunto consumo de drogas por parte del joven. Fue entonces cuando las Unidades de Intervención se vieron obligadas a recurrir al fuego real.
Investigación sobre ataques previos en el barrio
Los agentes investigan ahora si este incidente está relacionado con tres agresiones con arma blanca ocurridas ese mismo día, cerca de las 14:00 horas, en la calle Martínez de la Riva, a escasos minutos del domicilio del atacante.
Las víctimas de ese suceso anterior fueron una mujer de avanzada edad, que sufrió un pinchazo leve en la nuca, y dos hombres que resultaron con heridas superficiales en la espalda y un brazo. La Policía está tratando de confirmar si el autor de esos ataques fue el mismo joven que horas después se atrincheraría en su vivienda.
