Los precios al consumo en la Comunidad de Madrid han experimentado un fuerte repunte, situando la tasa de inflación interanual en el 3,6%, según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este incremento marca el nivel más alto registrado en la región desde febrero del año 2023 y supera la media nacional.
El panorama se ve agravado por la denominada inflación subyacente, que excluye los elementos más volátiles como la energía y los alimentos no elaborados. Este indicador estructural repunta por cuarto mes consecutivo hasta alcanzar el 3,3%, su mayor valor desde marzo de 2024, confirmando una peligrosa tendencia inflacionista en la economía madrileña.
El encarecimiento de los precios persiste a pesar de la tregua en el mercado internacional del petróleo, que se traduce en una bajada anual del 0,5% en los combustibles. Sin embargo, la inflación sigue desbocada en sectores clave que afectan directamente a la ciudadanía.
El apartado de Vivienda registra el mayor encarecimiento, con una subida interanual del 8,2%. Destacan los suministros de agua, gas y electricidad, que han subido un 11% en el último año, y los costes de conservación y reparación, que se acercan al 12%. En Alimentación, los productos no elaborados crecieron un 0,8% en el último mes y son casi un 6% más caros que hace un año. En este rubro, la base de una dieta equilibrada experimenta subidas notables: los huevos lideran la escalada con un alza anual del 21,4%, seguidos por la carne de vacuno (+15,7%), el pescado (+8,0%), la leche (+4,7%) y las frutas y verduras (+4,1%).
Los servicios de Transporte Público también han sido duramente castigados, con subidas del 20,3% en el urbano y del 11,2% en el interurbano. Otros servicios que registran incrementos superiores a la media incluyen los efectos personales (+15,8%), seguros (+8,8%), restauración (+3,7%) y alojamientos (+6,6%).
Ante este escenario, la secretaria general de USO-Madrid, María Concepción Iniesta, ha alertado sobre las consecuencias directas en la economía familiar. Iniesta señaló que «lamentablemente, la inflación está muy lejos de ser controlada» y que «no hay economía familiar que pueda resistir subidas tan pronunciadas» en productos básicos.
La sindicalista enfatizó que, dado que la subida salarial pactada por convenio en la región se mantiene en el 4,1% de media, la conclusión es que existe una «menor capacidad de ahorro para las personas trabajadoras y mayor dificultad para llegar a fin de mes para las economías familiares más vulnerables». USO-Madrid ha insistido en la necesidad de alcanzar un «gran pacto» entre partidos políticos y administraciones para mitigar el impacto de los precios en los productos básicos, y ha demandado priorizar una legislación laboral más eficaz que garantice salarios más dignos.

