La organización ecologista Greenpeace ha realizado este lunes una acción de protesta en el centro de Madrid para coincidir con el inicio de la Cumbre del Clima COP30, que arranca este lunes, 10 de noviembre, en Belém (Brasil).
En el acto entre dos edificios de Plaza de España, una activista especializada en highline (cuerda floja de altura) ha caminado sobre una cinta de 55 metros de largo suspendida a 30 metros del suelo. Durante la protesta, se ha desplegado una pancarta de grandes dimensiones con el lema: “El planeta, en la cuerda floja”.
Una acción para señalar la «cuerda floja» climática
Según ha comunicado la organización, esta acción busca simbolizar el «momento crítico» de la acción climática mundial, diez años después del Acuerdo de París. Greenpeace ha destacado que esta es la primera cumbre climática que se celebra tras un año, 2024, en el que la temperatura media global superó por primera vez el límite de calentamiento de 1,5 °C, un hecho que califican de «indicador alarmante».
La organización ha justificado la protesta por lo que considera «negacionismo climático» y un «retroceso en la gobernanza global». Han señalado que los compromisos del Acuerdo de París «flojean» o «corren el riesgo de caerse de la agenda».
En su comunicado, Greenpeace ha recordado el impacto de fenómenos meteorológicos extremos en España, como la DANA en Valencia y Albacete en 2024 o las olas de calor e incendios forestales del verano de 2025, que vinculan al agravamiento de la crisis climática.
Demandas para la cumbre de Brasil
Con esta protesta, Greenpeace lanza un mensaje a los líderes reunidos en la Amazonía, exigiendo un «plan de respuesta global» para cerrar la brecha entre las acciones actuales y las necesarias para cumplir el objetivo de 1,5 °C. Las principales demandas de la organización para la COP30 incluyen:
- Una reducción acelerada de emisiones que implique una transición para «abandonar los combustibles fósiles».
- Un nuevo Plan de Acción por los Bosques que garantice «detener y revertir la deforestación y la degradación forestal antes de 2030».
- Un nuevo mecanismo de financiación que aumente los fondos de los países del «norte global» hacia el «sur global», aplicando el principio de “quien contamina paga”.
La organización también ha hecho un llamamiento directo al Gobierno de España, pidiéndole que «lidere una postura ambiciosa y valiente» en la COP30, sin ceder a lo que han denominado «retardismo climático de la Unión Europea».

