Un hombre de 26 años de edad ha sido detenido por la Policía Nacional como presunto autor de un delito de agresión sexual a una joven de 21 años en el interior de un autobús interurbano que realizaba el trayecto entre la ciudad de Madrid y Valdemoro. El suceso, ocurrido en una zona cercana al Hospital 12 de Octubre, se saldó con el arresto inmediato del sospechoso gracias a la rápida reacción del conductor y de la propia víctima.
Los hechos tuvieron lugar en la tarde del pasado domingo, 2 de noviembre. A pesar de que el vehículo circulaba prácticamente vacío, el presunto agresor, un hombre de nacionalidad española y origen neerlandés (Holanda), se acercó a la joven, que viajaba sentada en la parte trasera izquierda del autobús.
Según el testimonio de la víctima ante los agentes, el hombre se sentó a su lado y comenzó a comportarse de forma inapropiada, llegando a abrirle las piernas «de forma disimulada» y a realizar caricias en la pierna «en reiteradas ocasiones». La joven relató que, a pesar de sus peticiones expresas para que se detuviera, el individuo continuó con los tocamientos, lo que la obligó a levantarse de su asiento para pedir auxilio.
Protocolo de emergencia y arma prohibida
La actuación del personal de transporte fue determinante. Al percibir la situación de auxilio y el estado de nerviosismo de la pasajera, el chófer activó de inmediato el protocolo de emergencia, comunicando el acoso al centro de control y solicitando la presencia urgente de la Policía Nacional.
Mientras el conductor conseguía retener al sospechoso en el autobús, agentes de la Comisaría de Usera se desplazaron al lugar. Tras recabar la declaración de la joven, procedieron a la detención del hombre, de 26 años, por el presunto delito de agresión sexual.
Durante el registro corporal, los agentes descubrieron que el detenido portaba una navaja negra de apertura rápida, un arma cuya tenencia está prohibida por la normativa vigente. El objeto fue intervenido y anexado al atestado.
El detenido fue trasladado a dependencias policiales para la instrucción de diligencias y, posteriormente, puesto a disposición del juzgado de guardia. Fuentes policiales destacan que la intervención coordinada del conductor, la víctima, y la posible grabación de los hechos por las cámaras de seguridad del vehículo, fueron cruciales para evitar que la agresión se prolongara y garantizar la rápida resolución del caso.

