Los ingresos salariales no cubren las necesidades de una parte importante de la población trabajadora madrileña. Un informe elaborado por CCOO de Madrid destaca la elevada desigualdad existente en el mercado laboral de la región y el estancamiento de los salarios desde el inicio de la crisis de 2008. El análisis detalla la estructura salarial en la Comunidad de Madrid en el año 2023, últimos datos disponibles, abordando la pobreza laboral y la desigualdad salarial
Este trabajo, presentado hoy en rueda de prensa, ofrece una visión integral de la estructura salarial de la Comunidad de Madrid, evidenciando «un suelo salarial insuficiente para la mitad inferior de la población trabajadora, la persistencia de salarios bajos en relación con el Producto Interior Bruto (PIB), la desigualdad como un factor definitorio del modelo laboral de la Comunidad de Madrid y una elevada incidencia de la pobreza laboral que dificulta el acceso a unas condiciones de vida digna a una parte significativa de la población».
Además, se constata «un estancamiento salarial en términos reales durante más de una década, con una mejora a partir de 2018 debilitada por la crisis inflacionaria de 2021-2022».
Persistente brecha salarial
La Comunidad de Madrid es la región donde la media salarial (lo que ingresa la mayoría de la población trabajadora) está más cerca del umbral de pobreza laboral. De hecho, más de 1 de cada 4 personas trabajadoras percibe ingresos anuales por debajo de ese límite. Además, el suelo salarial del 25% con más ingresos es 2,3 veces superior al techo salarial del 25% con menos ingresos, siendo la comunidad autónoma con una mayor diferencia entre los que más ganan y los que menos.
La brecha salarial «continúa siendo una de las expresiones más visibles de la desigualdad existente en el mercado laboral madrileño», subrayan. El salario medio de las mujeres debería incrementarse en un +19,8% para equipararse al de los hombres, una diferencia salarial superior a la de la media estatal (+19,2%). Esta desigualdad se acentúa al considerar factores como la edad, el tipo de contratación, la nacionalidad o el sector de actividad, dando lugar a situaciones especialmente vulnerables para muchas mujeres trabajadoras.
La distribución salarial por tramos de edad «pone de manifiesto la situación de precariedad a la que hacen frente las personas jóvenes». Por ejemplo, el salario medio anual de las personas jóvenes (15.622€) se encuentra por debajo del umbral de pobreza laboral. Además, la brecha salarial entre hombres y mujeres tiende a incrementarse con la edad, debido al reparto desequilibrado de las cargas familiares y domésticas (cuidado de menores y personas dependientes y otras formas de trabajo no remunerado).
Suelo salarial mínimo
Este contexto «pone de relieve la urgencia de fortalecer la negociación colectiva para establecer un suelo salarial mínimo que supere el umbral de pobreza laboral, así como para combatir la discriminación que sufren determinados grupos vulnerables (mujeres, personas jóvenes y mayores de 45 años y personas trabajadoras extranjeras). Este enfoque contribuirá a una mejora del mercado laboral y la protección de las condiciones de vida de las personas trabajadoras en la región».
Además, «es importante señalar que la estacionalidad y elevada parcialidad del empleo en la Comunidad de Madrid derivan en un aumento del número de personas trabajadoras en situación de pobreza laboral y una mayor desigualdad, afectando de manera desproporcionada a las mujeres», exponen.
«Es esencial mejorar la participación de los grupos más vulnerables, a través de las políticas de empleo, en coordinación con reformas que promuevan la diversificación del modelo productivo madrileño mediante la expansión de los servicios públicos y la industria», concluyen.

