Incluir una causa solidaria en el testamento es una forma de prolongar nuestras vidas más allá del presente. No se trata solo de una decisión legal, sino de un acto de generosidad mucho más trascendente de lo que podamos imaginar. Hacer legado solidario permite que nuestros valores y principios, nuestros actos, sigan vivos apoyando organizaciones que seguirán trabajando por nosotros en el desarrollo de un mundo mejor y más justo.
Cada vez más personas en España eligen esta opción para prolongar su ayuda de por vida. No obstante, en los últimos años, se ha producido un cambio significativo en el perfil de donantes que deciden incluir en el testamento a ONG´s o fundaciones, aumentando el número de personas entre los 40 y 50 años.
Este relevo generacional refleja una mayor concienciación social y una visión más amplia del concepto de herencia. Los datos lo reflejan. En 2023 se donaron 33,8 millones de euros mediante testamento solidario, un 31 % más que en 2020. Es destacable que casi la mitad de quienes optaron por esta fórmula eran personas solteras (48 %), y un 30 % estaban casadas.
El legado de Javier. Un compromiso de por vida contra la soledad
Javier de 55 años, soltero, ha vivido solo toda la vida alejado de su familia más cercana, residente a cientos de kilómetros de su domicilio. Con el tiempo, ha sido testigo de cómo algunos vecinos mayores se quedaban sin compañía. Estas circunstancias desencadenaron en él una profunda reflexión, haciéndose consciente de una situación que bien podría tocarle a él: ¿qué sucede con las personas mayores que ya no tienen un círculo familiar que les respalde?
Javier quiso informarse más sobre este tema y conoció el Programa CREARED de Cruz Roja. Su cometido es prestar asistencia a mayores de 65 años sin apoyo familiar o en situación de soledad no deseada, en zonas rurales de la Comunidad de Madrid. A través de casi un centenar de voluntarios que actúan de puente entre la persona mayor y su entorno, Cruz Roja acompaña de manera personalizada a 458 usuarios de 94 municipios madrileños con asistentes de voz, talleres digitales, actividades grupales y otras iniciativas especialmente creadas para combatir la soledad.
En ese momento Javier lo tuvo claro. Quería que la soledad no le atrapara ni a él, ni a nadie, y tomó una decisión. No solo empezó a colaborar con el programa CREARED, sino que quiso hacerlo de por vida dejando parte de su herencia a Cruz Roja. De esta manera Javier, gracias a su herencia solidaria, se asegura su continua contribución en el programa haciendo realidad futuros acompañamientos. Evitará, aunque él ya no esté, que cientos de abuelos y abuelas envejezcan haciéndose invisibles para la sociedad.
El legado de los Hernández: un sueño compartido
Para Mario y Laura, padres de cuatro hijos, la solidaridad forma parte de su día a día. Ambos saben lo que cuesta sacar adelante una familia y, como de la necesidad se hace virtud, en casa es habitual hablar de compartir o de tender la mano a quien lo necesita.
A la hora de planificar su testamento no lo dudaron. Decidieron que parte de su herencia se destinara a programas de Cruz Roja dedicados a la ayuda infantil, una acción social con el que los Hernández empatiza muy especialmente.
El compromiso de Cruz Roja con la infancia llega realmente lejos, abarcando distintos frentes. En el ámbito educativo cada año, a través del Programa Éxito Escolar, la organización presta ayuda a cerca de 11.000 menores repartidos por todo el territorio nacional. Casi 5.000 voluntarios desde 400 centros asistenciales refuerzan asignaturas, acompañan en tareas y fomentan las habilidades socioemocionales de los niños después de salir de clase. Por su parte otros programas dirigidos a familias vulnerables alcanzan a más de 326.000 niños y adolescentes en riesgo de exclusión social, proporcionándoles todo tipo de asistencia, desde ayuda material a apoyo psicosocial.
Los Hernández saben que, con su legado, el día de mañana familias desfavorecidas podrán contar con lo necesario para salir adelante y que cientos de escolares podrán pensar en un futuro lleno de oportunidades, al haber eliminado barreras y desigualdades.
Son múltiples las opciones de donación por medio del testamento solidario en el caso de elegir a Cruz Roja como la beneficiaria. Esta organización dispone de innumerables proyectos y actuaciones de acción directa como la lucha contra la pobreza, una de las más elegidas por los donantes, asistencia en crisis humanitarias, programas de inclusión y contra la violencia de género, empleo, salud y un largo etcétera, alcanzado una cifra que supera los 12 millones de beneficiaros anuales.
Una tendencia inclusiva y transformadora
Según especialistas del ámbito legal y social, la diferencia entre quienes tienen descendencia y quienes no y deciden dejar testamento solidario está disminuyendo. Cada vez es más habitual que personas con hijos también decidan apoyar causas solidarias en su última voluntad. Esto evidencia que tener familia no supone un freno, como ocurría en el pasado, en la contribución de la mejora social por medio del testamento.
En una sociedad cada vez más comprometida con los desafíos globales, el testamento solidario se consolida como una forma ética y responsable de proyectar los valores individuales hacia el futuro. Para muchas personas, dejar parte de su herencia a una entidad sin ánimo de lucro se convierte en una declaración de principios que trasciende el tiempo.

