La entrada en vigor hace dos años del Reglamento Reach 2020/2081 supuso la restricción del uso en la Unión Europea de más de 4.000 sustancias químicas peligrosas que se usaban como ingredientes en las tintas para tatuajes y maquillaje permanente.
Lamentablemente, muchos de estos ingredientes siguen estando presentes en las tintas de color utilizadas por los estudios de tatuajes, tal y como demuestran las inspecciones realizadas por las autoridades europeas de sanidad y consumo. Es más, en España la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) no ha podido de momento autorizar ninguna tinta de color, a la espera de que los fabricantes entreguen estudios conformes al Reglamento, advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Pese a todo, en España se siguen empleando abiertamente tintas de color: una investigación de OCU revela que 48 de los 50 estudios profesionales visitados en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao se ofrecen a realizar este tipo de tatuajes. De hecho, cuando se les preguntó por la problemática de salud ligada al uso de tintas de color, la mayoría se justificó explicando que se usan tintas “homologadas” en Europa, una circunstancia que no es cierta, ya que en el resto de los países miembros de la Unión Europea no están contemplados procedimientos de autorización como los de la AEMPS, sino que se actúa a posteriori, mediante inspecciones puntuales, donde se han detectado diversas irregularidades.
OCU ha procedido a denunciar esta ilegalidad a las autoridades de consumo de las comunidades autónomas objeto de la investigación con el fin de que se lleven a cabo las oportunas inspecciones y, llegado el caso, sancionen a los establecimientos que incumplen la normativa.
Mientras no haya tintas de color autorizadas por la AEMPS, OCU desaconseja hacerse tatuajes con colores. Incluso aunque se trate de productos con un etiquetado que incluya el logo REACH COMPLIANCE ya que no es oficial y por lo tanto no garantiza nada. Hay que tener en cuenta que los pigmentos de un tatuaje se inyectan en la dermis y pueden migrar desde la piel hacia diferentes órganos, como los ganglios linfáticos, los riñones o el hígado. Además, a diferencia de la micropigmentación, estas tintas no se eliminan con el tiempo, sino que permanecen en el organismo durante toda la vida.
Es más, cuando se acuda a un estudio de tatuaje, conviene confirmar que es un centro autorizado, con el documento que lo confirma expuesto en un cartel a la vista de los usuarios. Desconfíe de aquellos centros donde no se comente la necesidad de aceptar un consentimiento informado y de los riesgos para la salud: los tatuajes son incompatibles con ciertas enfermedades de la piel y alergias a sus componentes, así como con determinados medicamentos, como los anticoagulantes.
Por último, antes de hacerse un tatuaje, aun siendo con tinta negra, debe solicitarse su número de registro, fotografiarlo y comprobar que aparece en el listado de la AEMPS (busque en Google “aemps tintas tatuaje autorizadas”).
En cualquier caso, dada la actual ausencia de tintas de color autorizadas en España y las irregularidades detectadas en las inspecciones realizadas en otros países de la Unión Europea, OCU va a dirigirse a las autoridades europeas de sanidad y consumo para urgir la obligatoriedad de una autorización previa y común a todos los estados que garantice el uso de tintas seguras.