El concejal de Centro, Carlos Segura, junto a familiares del artista, ha descubierto la placa conmemorativa a José Núñez Meléndez, conocido como ‘Pepe de la Matrona’, cantaor y estudioso del flamenco, en el edificio en el que residió.
Aunque sevillano de nacimiento, se consideraba madrileño de adopción y vivió en el número 39 de la calle del Amparo desde 1929 hasta su fallecimiento en 1980. La propuesta de este homenaje nació de una petición de su hijo, Antonio Núñez, para ensalzar la figura de un cantaor que tocó prácticamente todos los palos del flamenco y fue aprobada por unanimidad del Pleno de Centro el pasado mes de febrero.
Nacido en 1897, con diez años, ‘Pepe de la Matrona’ vino a vivir a Madrid, donde debutó en el Café del Gato Negro, en la calle del Príncipe. Después vendrían el Café de Naranjeros, junto a la plaza de la Cebada, o el más famoso Café de Fornos, entre Alcalá y Peligros.
Viajó por América, donde llegó a rodar una película en Cuba. De vuelta a España, trabajó en los locales más famosos de la época, primero en Barcelona y posteriormente en Madrid. ‘Pepe de la Matrona’ fue un estudioso de todos los cantes flamencos.
Su voz bronca se pudo escuchar en los mejores escenarios y se convirtió en uno de los principales baluartes del flamenco no solo por su papel como intérprete, sino por su apuesta por la promoción de este arte. Además de profesor de flamenco en la Universidad de la Sorbona de París, figuró como asesor técnico en la comisión de la Unesco que posteriormente declaró el flamenco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.