La Asociación Vecinal Pradera del Tercio Terol, al igual que han hecho otros colectivos vecinales de la zona y ciudadanos a título individual, ha presentado alegaciones para tratar de frenar la decisión del concejal-presidente de la Junta Municipal de Carabanchel, Carlos Izquierdo, de que las fiestas de San Isidro se prolonguen quince días seguidos en 2025.
La ciudadanía que vive en los alrededores de la Pradera de San Isidro, en el distrito de Carabanchel, lleva décadas celebrando y disfrutando de sus tradicionales fiestas de San Isidro, patrón de Madrid, pero «desde hace unos años sufre problemas de convivencia debido a su duración y al modelo elegido por la Junta de Distrito, gobernada por el PP, responsable de los eventos», exponen.
Desde el origen de la celebración en la Pradera y «hasta hace unos pocos años, las fiestas se prolongaban una semana y concluían el mismo día de San Isidro, y el vecindario solidariamente asumía las molestias que ocasionaban. Pero los gobiernos locales del PP han ampliado progresivamente el calendario festivo hasta las dos semanas del pasado año y ahora la junta, tal y como acordó el pasado 7 de noviembre a propuesta de su concejal presidente, pretende repetir esta duración para los festejos de 2025».
«Los vecinos y vecinas de San Isidro saben que las molestias se prolongan más de quince días. El Ayuntamiento corta varias vías principales de acceso al barrio una semana antes y hasta una semana después de la celebración», subrayan.
Más allá de estos cortes de tráfico, la Asociación Vecinal Pradera del Tercio Terol da cuenta de otros «graves problemas que sufren» los vecindarios que rodean el parque de San Isidro: “niveles elevadísimos de ruido nocturno proveniente de las atracciones, conciertos y la avalancha de gente que acude de otros barrios al nuestro; malos olores producidos por los orines en las calles, portales y puertas de las viviendas de alrededor; graves problemas de aparcamiento que afectan a nuestro barrio y a los colindantes; altercados producidos por el gran volumen de personas que acuden; venta ilegal de bebida que utiliza las redes de saneamiento para ocultarlas; y un destrozo del parque y el entorno que se mantiene durante largo tiempo tras la finalización de las fiestas”.
Mientras los festejos se celebran, la vecindad de la zona está obligada a continuar con su vida habitual: “los vecinos y vecinas que tienen que acudir a sus trabajos, los niños y niñas que tienen que ir al colegio, las personas mayores…todos ven alterado su descanso durante quince días de forma inexplicable. El año pasado las atracciones y los conciertos se mantuvieron en días laborables hasta más allá de la 1:30 de la madrugada, saltándose los límites que marca la normativa”, se queja la asociación.
“A esto ha de añadirse que también el pasado año, durante la retirada de las atracciones, se dañó la red de suministro de luz, lo que originó un corte durante una tarde y se originó un daño en múltiples electrodomésticos de bastantes viviendas, que no han sido sufragados por nadie”, denuncia la entidad vecinal.
Por todo lo anterior, la Asociación Vecinal Pradera del Tercio Terol, junto a vecinos de Carabanchel a título individual y otros colectivos vecinales del distrito han comenzado a movilizarse para tratar de revertir la decisión de la Junta Municipal de mantener las fiestas durante quince días y poder celebrar “unas fiestas respetuosas con los habitantes del barrio que las recibe”. En este marco, además de solicitar una reunión con el concejal de Carabanchel, Carlos Izquierdo, ha presentado un escrito de alegaciones al acuerdo del pleno de la Junta del 7 de noviembre en el que demanda que:
- Las fechas de celebración de las Fiestas de San Isidro sean del 7 al 15 de mayo.
- El horario de música, tanto de conciertos, como de atracciones, sea compatible con el derecho al descanso, siendo los días de diario hasta las 22:00 y el fin de semana y el día de San Isidro, hasta las 2:00.
- Se instale, sufragado por el adjudicatario, algún tipo de pantalla acústica móvil que permita reducir las molestias.
- Aumento de control del tráfico para evitar que se suban coches a las aceras, poniendo especial atención en las viviendas que ven su acceso taponado.
- Se aumente el número de urinarios públicos para evitar que la gente haga sus necesidades en vía pública fuera del recinto ferial.
Por otro lado, en el mismo pleno en el que se acordaron las fechas para San Isidro 2025, se aprobó el establecimiento de determinadas zonas y calles, entre las que está incluido el Parque de San Isidro, como “recinto ferial permanente”. “Esto supondría perpetuar los problemas y convertir nuestro barrio en una zona de ocio en vez en lo que ha sido hasta ahora, un barrio familiar y tranquilo. Solicitamos igualmente la revisión de esta decisión y sugerimos que este tipo de eventos se establezcan en zonas destinadas a tales fines”, indica la asociación vecinal.
La asociación quiere dejar claro que no está en contra de “la celebración de estas fiestas, pero queremos que se hagan de una manera que se puedan compaginar con el respeto y el descanso de la gente que vivimos aquí todo el año”.
