El Ayuntamiento de Madrid ha finalizado dos proyectos de rehabilitación en el distrito de Villaverde, concretamente en el barrio de Butarque, como parte de su estrategia de conservación y revitalización de las zonas verdes de la capital. Estas intervenciones, que suman una inversión conjunta de más de un millón de euros y una superficie superior a los 43.000 m², no solo han renovado la imagen de las áreas verdes del distrito, sino que han incorporado criterios de sostenibilidad, accesibilidad y mejora del confort climático.
Las obras incluyen dos actuaciones diferenciadas: la remodelación integral de la zona verde situada entre el Polideportivo María de Villota y el Colegio El Greco y la rehabilitación de un espacio de esparcimiento entre las calles Hulla y Huertas del Río. Ambos proyectos representan una apuesta firme del Ayuntamiento de Madrid por la calidad de vida de los vecinos del distrito de Villaverde, transformando sus espacios verdes en entornos accesibles, seguros y sostenibles.
Estas actuaciones se suman a la estrategia municipal que, desde 2019, ha destinado 107 millones de euros para la mejora de 118 zonas verdes en la ciudad, de las cuales ya se han completado 96. Gracias a estos proyectos, los vecinos de Butarque disfrutan ahora de espacios renovados que no solo embellecen el entorno urbano, sino que también fomentan la biodiversidad y promueven un estilo de vida saludable y activo.
Los proyectos finalizados forman parte de un conjunto de diez obras que el Ayuntamiento continúa ejecutando en siete distritos de la ciudad, con una inversión total de 6,3 millones de euros, anunciada por el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, durante su visita al barrio de Butarque el pasado 12 de julio. El conjunto de estas obras permitirá la plantación de más de 1.000 nuevos árboles y cerca de 110.000 arbustos.
Zona verde entre el Polideportivo María de Villota y el Colegio El Greco
Con una extensión de 29.920 m2 y una inversión de 436.000 euros, la remodelación de esta zona verde se ha realizado bajo estrictos criterios de sostenibilidad. La intervención ha incrementado notablemente la presencia de vegetación con la plantación de 98 árboles y 2.618 arbustos de especies autóctonas adaptadas al clima de Madrid y de bajas necesidades hídricas. Estos ejemplares fueron seleccionados por su capacidad para mejorar el confort térmico y su aporte ornamental, ayudando a combatir el efecto isla de calor y a promover la biodiversidad local.
La disposición de la vegetación ha seguido un estudio exhaustivo de sombras, permitiendo la colocación estratégica de árboles y arbustos para crear microclimas frescos en las zonas de descanso y tránsito. Además, el proyecto incluye la integración de corredores verdes que conectan las áreas del parque, eliminando espacios aislados y favoreciendo la conectividad ecológica.
El mobiliario urbano también ha sido renovado y dispuesto en puntos clave a lo largo de itinerarios accesibles, garantizando que las zonas de descanso no entorpezcan el paso de los usuarios. Se ha prestado especial atención a la iluminación con tecnología led de alta eficiencia para asegurar una visibilidad óptima en horario nocturno y una baja contaminación lumínica. Además, el proyecto ha introducido sistemas de drenaje sostenible que integran pavimentos permeables y zanjas de infiltración para optimizar la gestión del agua de lluvia, favoreciendo la infiltración natural y reduciendo la erosión del suelo.
Área de ocio en la zona verde entre las calles Hulla y Huertas del Río
El segundo proyecto, situado en una superficie de 13.977 m2 entre las calles Hulla y Huertas del Río, ha transformado esta área en un espacio de esparcimiento y recreación completamente renovado. La intervención, que ha contado con un presupuesto de 581.000 euros, se ha diseñado en base a un estudio de las necesidades socioeconómicas y demográficas del barrio, buscando ofrecer un espacio que fomente la actividad física, la convivencia y el disfrute al aire libre.
En esta área se han plantado 146 árboles y 4.355 arbustos de especies resistentes y no alergénicas, creando zonas de sombra y alineaciones vegetales que mejoran el confort climático y potencian la biodiversidad. El diseño de este espacio prioriza la accesibilidad universal y ofrece una amplia gama de instalaciones recreativas para todas las edades: se han instalado áreas deportivas de bajo impacto para personas mayores, así como zonas de juegos infantiles con pavimento de caucho y elementos de calistenia dirigidos a los jóvenes. Estos equipamientos están interconectados mediante caminos accesibles y bien iluminados que garantizan la seguridad de los usuarios tanto de día como de noche.