A menos que el lector esté familiarizado con las onomásticas del calendario, el nombre de San Silvestre probablemente le sonará más a evento deportivo que a tradición religiosa y sacra. Y en realidad aquí hay un poco de todo, porque la famosa carrera popular no sería lo mismo sin la festividad navideña y sin muchos de los atuendos de algunos de sus participantes, que cada año encasquetan como pueden sus dorsales en disfraces de papá Noel, cajas de turrones, arbolitos o adornos, propios de esas fechas.
Es una de las características que hacen de la San Silvestre una carrera única, divertida, y un evento deportivo que va más allá de la mera competición. Se trata ya de una tradición popular que este 2024 cumple 60 años de historia y que aúna lo mejor del espíritu del atletismo y la más solidaria y altruista voluntad de participar, celebrar y disfrutar la Navidad. Las carreras se celebran el 31 de diciembre por todo el mundo, pero la más importante sin duda (junto con la de su origen, en Brasil), es la madrileña. Cuenta con 40.000 participantes, fue la primera en ofrecer una camiseta dorsal a todos los corredores, la carrera cronometrada más numerosa, de las primeras en conseguir la Road Race Elite Label (otorgada por la organización mundial World Athletics), la carrera virtual más participativa del mundo en el año de la pandemia y la primera en hermanarse con la insigne Maratón de Nueva York.
Todo está preparado para su celebración y, si aún no te has inscrito ni has preparado tus mejores galas, te contamos lo que necesitas saber sobre su historia, recorrido y algunos consejos que te ayudarán a acelerar para despedir el 2024 con una carrera inolvidable.
El mundo del atletismo está de enhorabuena con la proximidad de la San Silvestre, y también por ser una de las disciplinas sobre las que, cada vez más, puedes efectuar tus pronósticos en las mejores plataformas web y sacar provecho de tu pasión por las apuestas.
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¿Correr en Nochevieja?
Para responder a esta pregunta, y como si de un cuento navideño se tratase, debemos remontarnos al año 270 de nuestra era, cuando nació, en el seno de una familia piadosa, un niño llamado Silvestre. Su padre, Rufino, deseó que desde muy temprana edad el niño tuviera acceso a una educación cristiana para tener un futuro dentro del seno de la influyente iglesia Católica. Lo puso al cuidado y tutoría del presbítero romano Cirino, y enseguida Silvestre comenzó a ser apreciado en toda Roma por su caridad y humildad. Con los años, llegaría a ser elegido Papa, el 31 de enero de 314. Así continuó hasta su muerte, que aconteció justamente el último día del año 337.
Muchos siglos más tarde, en el año 1923, un periodista brasileño y aficionado deportista, Cásper Líbero, participó en una carrera nocturna en París en la cual los corredores portaban antorchas. Fue una experiencia realmente hermosa que lo marcó de por vida. Tanto que, un año después, al asumir la dirección del diario de Sao Paulo donde trabajaba, se propuso organizar un evento parecido en su ciudad. Al acercarse las fechas navideñas, se tomó como objetivo celebrar la carrera para que coincidiera con fin de año y se decidió ponerle el mismo nombre que el de aquel Papa tan bondadoso que murió justamente en Nochevieja. La San Silvestre acababa de nacer. Este primer encuentro reunió a apenas 57 corredores, pero sentó las bases de una tradición que crecería de forma exponencial, sobre todo durante los años 40.
La más famosa y clásica nació en 1964, con un presupuesto de apenas 5.000 pesetas, en el madrileño barrio de Vallecas, y por iniciativa de Antonio Sabugueiro. En su inicio, tuvo una distancia de sólo 3 kilómetros. Hoy se mantiene como uno de los 10k más importantes de Europa.
La carrera discurría por el exterior del pueblo y, al no haber iluminación, el público alumbraba el camino con antorchas, tal y como se hizo en aquella primera San Silvestre de París. Se inscribieron alrededor de 100 participantes, algo lejano comparado con las cifras que se manejan actualmente, de 42.000 corredores. El primer ganador de la San Silvestre Vallecana fue Jesús Hurtado.
No fue hasta el año 73 cuando se decidió modificar el trazado para que atravesara el pueblo y transformarlo en circuito urbano. A lo largo de la historia, si bien la meta se ha mantenido en el barrio de Vallecas, la carrera ha salido desde diferentes puntos: la sede del Diario Pueblo en la calle Huertas, la calle Serrano, el Paseo de la Castellana, el Paseo de Recoletos, la redacción del diario Marca y, más recientemente, la Plaza de los Sagrados Corazones, junto al estadio Santiago Bernabeu. Hoy en día, la carrera popular se inicia en la avenida de Concha Espina, y recorre lugares emblemáticos como la Plaza de la Independencia y el Paseo del Prado, culminando en la calle Candilejas. La prueba internacional sigue una ruta similar hasta la Avenida de la Albufera, donde se desvía hacia Monte Igueldo, finalizando en el Estadio de Vallecas.
Uno de los momentos clave en la historia de la San Silvestre Vallecana fue la decisión, en 1981, de dividir la carrera en dos grandes categorías: la Popular y la Internacional. Mientras que la primera está abierta a corredores de cualquier nivel, la Internacional se reserva a atletas profesionales, que acrediten una marca inferior a 39 minutos en hombres y 45 minutos en mujeres. La ruta histórica comenzaba en la calle Serrano y recorría varios lugares icónicos de Madrid, terminando en el Estadio de Vallecas para la prueba internacional y en la calle Payaso Fofó para la popular.
Fue en ese mismo año 81 cuando, por fin, se permitió correr a las mujeres y se inauguraba, tardíamente, la categoría femenina de la competición. La primera vencedora fue María Luisa Ares.
Con la inclusión de la Internacional, la San Silvestre Vallecana empezó a atraer a grandes figuras del atletismo mundial. Durante los años, se han visto pasar por sus calles a atletas como Chema Martínez, Eliud Kipchoge y Jakob Kiplimo, verdaderas estrellas de la élite de este tipo de pruebas.
Resulta todo un ejercicio de nostalgia ver y recordar las fotografías de las primeras carreras de San Silvestre, que forman ya parte del recorrido histórico del deporte popular en nuestro país.
Es destacable mencionar otras San Silvestre españolas, como la barcelonesa, que desde el año 2004 se llama Cursa dels Nassos. Tiene también un recorrido de 10 kilómetros y está abierta a todo el público, aunque con un cupo de 10.000 participantes. Además, se realiza una carrera internacional de 5k en la que participan atletas internacionales de primer nivel.
Otras carreras de San Silvestre con mucha historia son las de Alcañiz (Carrera del Pavo), Gijón y Membrilla.
Inscripciones, consejos y avituallamiento
El 24 de junio se abrió ya un periodo previo y preferencial de inscripción de una semana para todos los que corrieron en la pasada edición. Desde el 1 de julio se encuentra accesible el registro para todos los participantes de la categoría popular. Se pondrán a la venta un total de 40.000 dorsales. También está abierta, desde octubre, la inscripción para las 2.000 plazas de la carrera internacional, pero recuerda que para acceder a ésta tus marcas deben estar en tiempos inferiores a los 45 minutos (femenina) o 39 minutos (masculina).
La diversidad y la fiesta son valores añadidos de las carreras de San Silvestre, no sólo porque participan corredores de todas las partes del mundo, sino también porque admite la posibilidad de correr con disfraces, atuendos especiales o tematizados y, obviamente, en medio de las celebraciones navideñas. También hay un gran componente solidario: hay muchos asistentes que acuden con la intención de recaudar fondos para organizaciones benéficas o causas sociales.
Puedes registrar tu participación a través del sitio web oficial por un precio de 27 euros más 0,80 de gastos de gestión. Es recomendable hacerlo lo antes posible para asegurar una plaza, ya que se espera una enorme afluencia al ser el 60 aniversario y porque los dorsales se asignan por orden de inscripción. Las solicitudes se cerrarán a las 15:00 horas del día 30 de diciembre o bien hasta que se agoten las plazas. Cualquier corredor que se inscriba tiene la opción de elegir libremente el dorsal cero. Para recoger el chip/dorsal y la camiseta hay que dirigirse entre el 26 y el 30 de diciembre de 2024 al Centro Deportivo Municipal Daoiz y Velarde, ubicado en la Avenida Ciudad de Barcelona 162 (Posterior) (CP 28007), en Madrid. El horario de atención es de 10:00 a 21:00 horas.
Aparte del propio derecho a participar, la inscripción incluye una camiseta Boomerang conmemorativa, seguro de accidentes, dorsal con chip de cronometraje, hidratación en salida y meta, organización de cajones de salida por tiempos, servicio médico en carrera internacional, aparición en las clasificaciones de carrera, y servicio de guardarropa.
Respecto a los consejos que podamos trasladar, sobre todo si eres un aficionado y es tu primera vez, debes recordar algunos tips esenciales. Un buen entrenamiento previo es vital. No hace falta haber recorrido grandes maratones ni haber hecho la ruta de las diversas San Silvestre nacionales, pero sí conviene estar preparado mentalmente, sobre todo porque se trata de una carrera muy densa, con mucha afluencia de participantes, y esto puede resultar un tanto abrumador para los recién llegados. Se aconseja asistir al lugar de salida con sobrado tiempo, utilizar los servicios de guardarropa, realizar un calentamiento adecuado y mantener la calma entre la multitud.
Se debe comenzar aclimatando tu marcha bajo un ritmo cómodo. Hay algunos tramos peliagudos: tras la subida de Concha Espina, la calle se estrecha y puede que se produzcan masificaciones. Afrontar la subida en la avenida de la Albufera también es especialmente desafiante. Es aconsejable retener energía hasta llegar a ese punto y adoptar un ritmo suave. Si necesitas caminar en algunos tramos, puedes hacerlo.
No olvides que los servicios de asistencia y el personal de la carrera están para ayudarte: no dudes en solicitar su atención si la necesitas. Alrededor de unos mil efectivos velarán por la seguridad y el buen desarrollo del evento. Se usarán más de 64 vehículos de asistencia, 20 de ellos ambulancias. Se repartirán asimismo 55.000 botellas de agua y 45.000 de bebida isotónica. También habrá 200 baños móviles.
Elfos, superhéroes y alcaldes
La San Silvestre vallecana es sinónimo de fiesta, diversión, y también grandes marcas deportivas. Entre los aficionados o veteranos que corren vestidos de uvas, turrones, polvorones, Superman, Batman o Reyes Magos se encuentran algunos con victorias muy significativas. La mejor marca histórica de la carrera la sigue manteniendo el keniata Eliud Kipchoge, con 26.54, lograda en el año 2006. En el caso de las mujeres, la mejor marca pertenece a la etíope Gelete Burka, que paró el crono en 30.53, en 2012.
Otro etíope, Berihu Aregawi, se impuso en la pasada edición de la categoría internacional de 2023 sobre el español Mohamed Katir, llegando a la meta en un tiempo de 27.15, muy cerca de la plusmarca de 26.41, fijada por Jacob Kiplimo en 2018. En la femenina, venció la etíope Ababel Yasaneh (30:32), pero en una victoria muy ajustada donde se impuso sobre dos contrincantes por apenas unas décimas.
En la categoría popular, los ganadores fueron Nicolás Cuestas (con 28.48), y Lorena Lorenzo con un tiempo de 34.30.
En la pasada edición también pudimos ver a dos leyendas del atletismo español, Reyes Estévez y Fermín Cacho. Ambos demostraron estar en plena forma. Estévez completó un tiempo de 31.18, quedando en octava posición, y Cacho disfrutó como un participante popular más, llegando a meta a los 43 minutos de la salida. Reyes Estévez demostró que se encuentra mejor que nunca en distancias largas. Con un tiempo de 31:18 minutos, fue octavo de la general de la popular con 47 años. Por su parte, Fermín Cachó la realizó de forma más relajada y disfrutando del ambiente, completando la distancia en 43:11.
No fue el único participante conocido, ya que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, también se unió a la celebración de la San Silvestre corriendo como uno más.
Es el segundo año consecutivo que participa, completando un tiempo de 52 minutos y 3 segundos, y superando por muy poco su marca del año anterior.
