Agentes de la Oficina de Atención al Ciudadano (OAC) del distrito de Usera de la Policía Municipal de Madrid han intervenido alrededor de 200 kg de carne y pescado en muy mal estado y 600 especímenes marinos deshidratados de una especie protegida en un restaurante chino de reciente apertura, que se encontraba en lamentables condiciones higiénico-sanitarias.
Los hechos ocurrieron pasada la 1 de la tarde en este local ubicado en el número 18 de la calle de Nicolás Usera, durante una inspección rutinaria. Los funcionarios policiales se encontraron a la entrada un cliente comiendo, además de un aparato de música y elementos ornamentales luminosos sin licencia.
Tras solicitar la documentación, recibiendo un recibo de seguro de responsabilidad civil caducado a fecha de julio, los agentes vieron que el almacén estaba instalado en el cuarto de basuras y que los espejos no cumplían la normativa.
Detrás de un sofá encontraron camuflada una puerta de acceso a la planta superior, no autorizada en la licencia, a través de una escalera metálica sin barandilla con alimentos chinos en los escalones. Ya arriba, encontraron gran cantidad de verduras sin etiquetado, secándose en el suelo, además de estanterías con más productos de origen asiático con las mismas características.
Otros tenían la fecha de consumo preferente ya vencida desde hacía más de tres años o simplemente la etiqueta estaba en chino. También encontraron una cámara congeladora sin termómetro de control de temperatura, que contenía carnes y pescados sin ningún etiquetado, mezclados sin protecciones.
Al volver abajo para analizar la zona de cocinados, vieron otro pequeño almacén con productos mezclados e incluso tirados en el suelo. Mientras que realizaban la inspección, interceptaron a uno de los trabajadores tirando alimentos podridos a un cubo de basura cercano. En total se decomisaron casi 200 kg de carne y pescado, puestos a disposición del Departamento de Sanidad de la Junta Municipal de Usera
Por otro lado, los intervinientes encontraron varias bolsas de plástico con hasta 600 especímenes marinos deshidratados de una especie protegida según el convenio CITES. Por todo ello, se levantó propuestas para sanción administrativa y penal por las múltiples irregularidades y se imputó a los responsables del establecimiento de un delito contra la flora y la fauna.
Ya esta semana, los policías municipales regresaron al local, encontrando que gran parte de los alimentos inmovilizados en la cámara congeladora habían desaparecido y que el acceso a la planta superior había sido tapiado.
