La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) acaba de denunciar ante las autoridades autonómicas de consumo las malas prácticas observadas en tres conocidos festivales de música al aire libre: el Dreambeach (Almería), el Pirata Beach Fest (Gandía) el Visor Fest (Murcia).
Denuncias que vienen a sumarse a las ya presentadas contra otros siete: el FIB (Benicàssim), el Monegros Desert Festival (Fraga), el Puro Latino (Puerto de Santa María, Sevilla, Arganda, Torremolinos y Almería), el Sonórica (Castro Urdiales), el Zevra Festival (Cullera), el Bilbao BBK Live y el Fortaleza Sound (Lorca).
En su conjunto, los abusos detectados afectan a más de 1 millón de asistentes. OCU lamenta que se reiteren las siguientes infracciones en los festivales que ahora son objeto de denuncia:
1- El cobro de una comisión de entre 2 y 3 euros para poder recuperar el saldo que quedara en la tarjeta cashless, un medio de pago obligatorio que limita además el derecho de los asistentes a usar el efectivo. Es más, a veces se impone un plazo de unos pocos días para reclamar la devolución, superado el cual se pierde el dinero y permite un enriquecimiento injusto del promotor, como ocurre en el Dreambeach y en el Pirata Beach.
2- Otra práctica común es prohibir entrar con alimentos y bebidas, que, si bien se contempla en la normativa de varias autonomías, OCU considera que es abusiva, por cuanto la actividad principal del festival es artística y musical, no alimentaria. Se ha detectado en el Visor Fest.
3- También es abusivo el cobro por los vasos reutilizables, sin posibilidad de reembolso, como parece que sucede en el Dreambeach y en el Visor Fest. En este sentido, OCU recuerda que debe haber suficientes puntos de agua potable gratuita; lo contrario puede causar problemas de hidratación y supone un peligroso riesgo de aglomeraciones.
Por todo ello, OCU urge a las autoridades de consumo de las comunidades autónomas donde se han detectado estos abusos para que determinen el carácter contrario a la normativa de protección de los consumidores, impongan las sanciones establecidas y obliguen a la empresa a devolver los cargos indebidamente cobrados.
Aunque lo ideal sería que el Ministerio de Consumo desarrollara una normativa homogénea sobre los derechos de los asistentes a este tipo de eventos, estableciendo a su vez compensaciones automáticas en caso de malas prácticas. Y es que hoy por hoy, salvo en el caso de Asturias, la legislación autonómica es permisiva y generalmente favorable a los intereses de los promotores de los festivales de música al aire libre.
Mientras tanto, OCU anima a los afectados a solicitar la hoja de reclamaciones; si el establecimiento no dispusiera de ella, debe llamar a la policía local para que se persone. Y recuerda que algunas de estas acciones, como la suspensión de un festival o los cambios de última hora en el cartel de grupos podrían implicar, además del reembolso del dinero, una reclamación por daños y perjuicios derivados de los gastos asociados que hubiera supuesto el traslado (por ejemplo, por el transporte y el alojamiento).