La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 10 años de cárcel al individuo que, el 10 de diciembre de 2021, sacó un arma blanca y apuñaló a un niño de 7 años en el cuello cuando cruzaba un paso de peatones junto al colegio privado Hasting School, en el distrito madrileño de Chamartín.
Se trataba del último alumno de la fila que había formado con sus compañeros cuando atravesaban dicho paso de peatones entre dos edificios del centro escolar. Regresaban del gimnasio de la clase de educación física hacia el edificio de clases del colegio.
En la sentencia, el magistrado condena a 10 años de prisión al individuo por un delito de asesinato en grado de tentativa, con la eximente incompleta de alteración psíquica y la atenuante de reparación del daño, dado que ingresó 20.000 euros a la familia del niño antes del juicio. La sentencia indica que el condenado debe cumplir la pena en un centro psiquiátrico penitenciario por la esquizofrenia paranoide que padece.
Los hechos ocurrieron pasada la 1 de la tarde del viernes, 10 de diciembre, de 2021 en el colegio privado Hasting School, en las confluencias de las calles Francisco Suárez y Bendición de Campos, en Chamartín, cuando un hombre de 35 años, nacido en Kosovo, con nacionalidad británica y en situación irregular en España que, según testigos, vestía formalmente, sacó un cuchillo de cocina de 32 centímetros de longitud total, con hoja monocortante de 20 centímetros de longitud, y apuñaló a un niño en el cuello, tirándole al suelo.
La agresión le ocasionó al niño, entre otras, «una herida incisa contusa de 10 centímetros profunda en el cuello, con afectación de musculatura y venas musculares, afectando a una zona vital por los vasos sanguíneos localizados en la misma». Sanitarios del SAMUR-Protección Civil desplazados al lugar atendieron al niño en el lugar, siendo trasladado al Hospital La Paz para someterse a una intervención quirúrgica, y finalmente se recuperó favorablemente. El grupo V de Homicidios de la Brigada de Policía Judicial de la Policía Nacional se hizo cargo de la investigación.
El agresor huyó a la carrera y tiró el cuchillo en un contenedor de basura cerca, siendo localizado e intervenido finalmente. Tras diversas investigaciones y mediante el uso del ADN encontrado y su coincidencia en la base de datos de Reino Unido, se localizó al agresor, estableciéndose un dispositivo policial para su captura, logrando su arresto en la calle Victoria, en el distrito madrileño de Centro.
Además se averiguó por la ubicación de su teléfono móvil que había estado en la zona en la que se produjo la agresión al menos en dos ocasiones varios días antes. El condenado fue diagnosticado de esquizofrenia paranoide, que el día de los hechos, al alterar su percepción de la realidad, sin anularla, afectaba gravemente a sus facultades normales y a su correcta capacidad de comprender la ilicitud de su conducta.
